¿No tienes qué decirme?(7)

482 51 8
                                    

Se despertó de su alegre sueño, miro la hora 9:30am, tenía tiempo de sobra para prepararse. Empezó su rutina como siempre fue al baño pero noto algo diferente... Había pasado bastante tiempo de que había cortado su pelo, estaba tan preocupado por el tema del wither que no noto eso ¿Tan distraído estaba? No podía creer que lo había dejado crecer hasta un poco más de los hombros, pero no pensaba cortarlo ahí mismo y arriesgarse a que le quedara todo disparejo justo cuando tenía que encontrarse con el otro.
No quería pensar mucho así que se lavo los dientes y luego la cara, bajo las escaleras dispuesto a un desayuno rápido, lo último que le faltaba era que el otro estuviera en su casa y ni preparado estaba.

_______________________________________________
_______________________________________________

El esqueleto recién se levantaba de su cama, miro la hora 10am... Se levantó horrorizado dispuesto a prepararse, el tenía que ir a la casa del farfano y ni siquiera estaba cambiado.
Se baño lo más rápido que pudo pero tampoco tan rápido como para quedar sucio, salió volando prácticamente a ponerse ropa limpia, tomo un café con unas galletitas con manteca y salió corriendo hacia la casa de Farfadox.
Eran las 10:48am y tenía un camino largo ¿Por qué no usaba su tridente? Eso se pregunto a mitad de camino, sintiéndose estúpido por no pensar eso antes, hizo lo que debía desde un principio y llego bastante justo.

_______________________________________________
_______________________________________________

Apenas había terminado de ponerse su armadura hasta que escucho golpes en su puerta, miro la hora y justo eran las 11am el horario tan esperado.
Abrió la puerta para ver al wither, no se sorprendió de esto, de lo que si se sorprendió es que tenía alguna que otra rama en su ropa.

- ¿Que hora es?

- Las 11 de la mañana recién, estás en horario ¿Querés salir ya o mejor tomar mientras te sacas todo eso?

- La segunda opción me gusta más.

Se hizo a un lado para dejarlo pasar a su casa, le dio coca con hielo para despertarlo un poco con el frío.
No hablaron ni nada, solo eran ellos dos en completo silencio mientras el más alto se sacaba las ramas de su ropa.

- Ya deberíamos ir yendo.

- Tenés razón, vamos.

Los dos no tenían mucho que decir mientras caminaban hacia el lugar favorito del farfano, no era demasiado incómodo.

_______________________________________________
_______________________________________________

El camino fue largo pero finalmente lograron llegar. Era una montaña bastante alta, no lo suficiente como para marearse, pero si lo suficiente para que no hayan demasiados mobs.
El atardecer se mostraba con claridad, nada que interrumpiera ese momento, el caballero observaba con un brillo en sus ojos aquella escena mientras estaba acostado contra el tronco de un árbol, sin tener en cuenta que su compañero lo miraba con calidez. En mucho tiempo tuvieron un silencio tan confortante, pero fue cortado por una pregunta.

- ¿Alguna vez te enamoraste de alguien?

Sintió como su corazón caía hacía su estómago al escuchar la pregunta del esqueleto, tal vez era su oportunidad, pero no pudo... Quería hacerlo pero el mismo se lo impidió. Trago en seco antes de responder al esqueleto.

- No, nunca lo hice -se apuñaló a si mismo con sus propias palabras, juraba que el otro había dejado de sonreír por unos instantes- ¿Y vos? Tenés cara de que si lo hiciste.

- hm... Digamos que lo estoy, pero no es la gran cosa.

- No digas pelotudeces ¿Enserio no te es difícil? Digo, que pareces bastante desanimado.

- Solo creo que no sienta lo mismo que yo -dijo, mirándolo a los ojos con tristeza, esperando que se de cuenta, que a quien se refería era a él y nadie más, el único que había entrado en su corazón.

- Yo no creo que sea imposible, tal vez es muy tímida o tímido, no me importa realmente que o quien sea, yo digo que cualquiera caería rendido en tus brazos si te lo propones tipo ¡Mírate! Sos la persona más atenta que conozco, siempre te importa la comunicación, estás al tanto de todo y siempre preocupándote por el resto ¿Quien no se enamoraría de vos?

- supongo que a quien amo.

- Vamos, no seas así, media pila Richi -dijo palmeando su hombro, intentando animarlo- solo pensa ¿Pudo haber aunque sea una señal? Tal vez no se anima, capaz si sos mas claro se de cuenta ese alguien y pueda seguirte la corriente, eso haría todo más fácil.

- Gracias, supongo que eso me hace sentir un poco mejor.

Aún tenía esa mirada triste que no convenció a su contrario, trato de tragar su orgullo y lo abrazo, no soportaba verlo así, no quería verlo.
El esqueleto se sorprendió por este gesto, pero no dudo en corresponder, abrazándolo con fuerza, como si supiera que ese momento no iba a durar demasiado, como si no quisiera soltarlo nunca.

Se estaba arrepintiendo de haberlo abrazado, una parte de el quería soltarlo, dejarlo ir, no soportaba el calor del otro, no soportaba estar enamorado de él, no quería sentirse así con el otro, estaba aterrado de como se sentía y que quería. Quería empujarlo, golpearlo y gritarle que lo dejara pero el había empezado y algo dentro de el pedía aferrarse a el hasta el último momento, con un nudo en la garganta intento escupir unas palabras, pero nada salió, sentía como si lo estuvieran ahorcando pero no había nada, era su miedo al rechazo lo que le impedía decir lo que sentía.

- Farfa... ¿Hay algo que tengas que decirme?... Estás temblando -hablo con un tono bajo y preocupado mientras se aferraba más al otro.

- Yo... No. No tengo nada que decirte -intento separarse pero no pudo, el esqueleto no lo soltaba, no parecía querer ceder- No es nada, te lo prometo.

- Lo siento, no quise hacerte sentir incómodo.

Dijo para finalmente soltarlo, ambos quedaron en silencio, esperando a que el otro diga algo, de el primer paso pero nada ocurrió.
Ninguno dijo nada, solo eran ellos y esa noche llena de tristeza.

Uno no podía admitirlo y el otro quería gritarlo.
Pero ninguno pudo hacerlo en ese momento...

- Rich.

- ¿Que ocurre?

- Deberíamos volver, cada uno a su casa.

Las palabras lo helaron ¿Hizo algo malo? Observo la cara del otro

Ojalá supiera que el otro estaba asustado de lo que sentía que ni siquiera de atrevía a dar señal alguna, estaba aterrado de que sus sentimientos arruinaran todo lo que ya tenían, lo amaba, lo quería a su lado pero algo lo detenía y eso era la cobardía.

El caballero estaba tomando un camino distinto cuando el contrario tomo su brazo, frenandolo.

- Farfa, yo si tengo algo que decirte.

¿No Lo Ves? [Farfarich] (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora