🐮🌽La vaquita de la Kiseki No Sedai🌽🐮

✪ 09 ✪

La mañana era muy cálida, perfecta para seguir durmiendo pero como siempre la alarma interrumpiendo los dulces y maravillosos sueños.Poniendo de malas a nuestros personajes en especial al gigante quien quería seguir durmiendo con el pequeño chico peliceleste,pero como ya dijimos la alarma arruinando todo.

Así que con pereza se levantó para apagarla y proseguir con su hermoso sueño,pero como a veces el autor es malo,el celular del peli-lila sonó despertándolo, enojado agarró el móvil contestando la llamada.

-Atsushi en donde demonios estas,llevo rato esperándote y ni se te ocurra no asistir a clases ni mucho menos la practica de baloncesto.-habló su compañero Fukui Kensuke a través del aparato.

-Nee~ nee~ dejame dormir,estoy cansado-dijo acostado boca abajo mientras veía como su Kuro-chin dormía plácidamente entre su brazo que estaba enrollado en la cintura del más bajo.

-Si te atreves a no ir te juro que te traigo a rastras,así que te espero en 15 minutos,Atsushi-y con eso colgó la llamada dejando a un peli-lila triste.

A Murasakibara no le quedó de otra;así que fue al baño para darse una ducha y arreglarse para salir,no sin antes de dejar una nota en el refrigerador diciendo,"en el refrigerador hay chocolate y masa para hotcakes disfrutalos" para cuando Kuroko despertara.

Al poco tiempo Kuroko despertó posando su vista en el lugar que se suponía que estaba Atsushi dormido pero en su lugar estaba solo.Se levantó encaminándose al baño para darse una ducha relajante y de paso liberarse de aquel dolor en sus pechos que ya lo estaba matando.

Luego de su maravillosa ducha caminó hacia la cocina donde estaba aquella nota en el refrigerador,la leyó e inconscientemente sonrió al saber que al titán le importaba su salud.Pero una duda surgió en su cabeza,¿en dónde estaba Murasakibara?¿a dónde se fue? Y fue donde reaccionó marcando al número del gigante inmediatamente y contestaron al instante.

-Mochi mochi Murasakibara de su des ¿Quién habla?-se escuchó decir al grandote perezosamente.

-Murasakibara-kun donde estas,¿estas bien?¿estas herido?te secuestraron-se escuchaba angustiado Tetsuya.

-Aah~ Kuro-chin despertaste,oye no te preocupes estoy bien gracias,estoy en la escuela;tal vez llegue tarde por el entrenamiento de hoy,no me esperes despierto~-habló sereno explicando todo a su compañero-si gustas puedes agarrar ropa mía para que te bañes y te refresques~.

Tetsuya suspiró aliviado al saber en que lugar se encontraba el peli-lila sin embargo,se sonrojó cuando su amigo le mencionó sobre usar su ropa.Hizo un sonido en afirmación para después colgar la llamada no sin antes desearle buena suerte.

Por parte de Atsushi él estaba bastante rojo pues nunca le había dicho a nadie,lo que le mencionó al niño peliceleste de utilizar su ropa o algo parecido.Pero por un momento sintió que su corazón habló en vez de su mente.
Ese niño lo hacia decir y hacer cosas que nunca él podría hacer,pero ahí le acababa de decir que podría usar su ropa,que podía comer lo que conservaba en su refrigerador y que podía dormir en su cama.

Atsushi tenía una sonrisa algo muy raro en él ya que siempre que le veían estaba serio o distraído,su sonrisa era como si estuviera enamorado de alguien,y claro,esta fue vista por Himuro Tatsuya,su compañero de clase y de equipo en el baloncesto siendo un gran amigo.

-Quien fue el causante de tú sonrisa,Atsushi-preguntó con sumo interés.

-Nee~ nee~ Muro-chin fue alguien que pronto será mi pareja-habló mientras destapaba una golosina.

El rostro de Himuro estaba sorprendido;nunca antes había visto a su compañero estar feliz por alguien que no fueran sus dulces.

-Sólo pido que cuides bien de esa persona especial Atsushi-aconsejó feliz-y después me lo puedes presentar.

El gigante asintió emocionado al oírlo,sin saber que tendría competencia por parte de sus demás amigos de la Kiseki.

❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣❣

Las clases eran extremadamente aburridas para el moreno quien ya se quería ir a pasar a ver al oji-celeste quien estaba en la casa del gigante.Su imaginación era tan grande que ya estaba imaginándose al chico bajito haciendo cosas indebidas con el más alto,provocando que su sangre hirviera de la ira.

-Porque no se quedó conmigo en vez de Murasakibara-soltó en susurro,aunque para un compañero suyo lo escuchase.

-¿De quién hablas,Aomine?-preguntó un chico de lentes,pelinegro, sus ojos eran un poco rasgados y su sonrisa algo inquietante.

-¿Eh? De nadie...olvídalo-negó con un suspiro.

La campana resonó por toda la escuela dando por terminado la jornada y con eso un peliazul afanado por salir fue detenido por su amiga y su capitán de equipo de baloncesto.Entonces a regañadientes los siguió entrando al patio donde allí se encontraban los demás miembros del equipo Tōō Gakuen.

-Al parecer tenemos un partido amistoso contra Kaijō dentro de tres semanas,así que tenemos que esforzarnos y seguir entrenando-comentó Imayoshi arreglando sus lentes.-Entonces comenzamos mañana a primera hora,no lleguen tarde.

-¡Si!-dijeron al unísono todos.

-Bien ya pueden retirarse.

Aomine se retiró hasta llegar al Maji Burger donde su sombra compraba sus preciosas malteadas de vainilla.
Entró,comprando su típica orden de siempre;cuando terminó se acercó a la caja ordenando dos malteadas de vainilla para llevar siendo despachado por una mujer bastante amable.

A medio camino se topó con el de gran altura,éste estaba acompañado por el del lunar;ambos comían una paleta helada y de vez en cuando el más bajo le hacía bromas algo pesadas al otro.Aomine respiró profundo y se acercó captando la atención del peli-lila.

-¿Eh,Mine-chin~?¿Qué haces por aquí~?-preguntó con pereza.

-Voy a entregarle algo a Tetsu-confesó.

El grandote estiró su mano para recibir lo que llevaba el moreno,sin embargo,este se negó rotundamente a entregarle la bolsa.

-No,quiero ver a Tetsu,quiero saber como está-replicó el moreno escuchando como el otro gruñía.

-Bien entonces acompañame~-dijo rindiéndose de lo persistente que podía ser su compañero peliazul.

Atsushi se despidió del chico de el lunar y tomó rumbo a su casa.
Una vez llegaron a la residencia Murasakibara sacó sus llaves para adentrarla en la cerradura de la puerta y topándose con...

-Continuará-.