Frustración, un sentimiento intolerante,
A causa de un poema perdido,
el cual sucedió por un descuido
siendo responsable el autor.
Incontables horas perdidas,
para la creación de 30 versos,
dejando a mi imaginación ofendida
y a mi corazón en lamentos.
Que desdicha en mi persona,
que carga con la perdida
del borrador principal,
a días de la fecha límite.
Mi mente traicionera
torturándome en sueños,
dónde los versos y el mundo creado
se pierden en el silencio y el olvido.
Maldigo ese fatídico día,
en qué mi libreta fue destrozada,
porque mi desequilibrada mente
no ha podido recordar nada.
Lo que bien se cuida,
jamás se pierde.
Sabias palabras que he de recordar,
porque a pesar de mi perdida,
jamás podré escribir el verso final.