"Miente si quieres, me da lo mismo. ¿Me vas a matar?" Shen Qingqiu pregunta desapasionadamente.
"No. Creo."
Paradójicamente, esta respuesta parece enfurecer a Shen Qingqiu.
"Tu energía espiritual se siente apagada. ¿También eres una escoria medio de...
¡El gato está fuera de la bolsa ahora! ¿Cómo reaccionará sj?
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Capitulo 11: Cuando la vida te da limones.
El Hospital Zhaobei Shibei resulta ser muy diferente de las clínicas privadas con las que Shen Yuan está tan familiarizado. La diferencia más notable es la gran cantidad de personas de todas las edades que llenan sus pasillos a pesar de la hora tardía. Así que es natural que también haya una larga cola en la recepción donde Shen Yuan planea hacer su consulta.
Cuando Shen Yuan intenta llegar al frente mientras se disculpa con la gente de izquierda a derecha porque solo tiene una pregunta, un hombre corpulento lo empuja sin ceremonias hacia atrás con una llamativa mancha roja oscura en la parte delantera de su mono de trabajo (salsa de tomate, tal vez? Shen Yuan seguramente espera que sea ketchup).
"¡No tan rápido, jovencito! Todos dicen que solo tienen una pregunta", le grita el hombre mientras Shen Yuan instintivamente se encoge y trata de no mirar la mancha, lo cual es difícil porque la altura del hombre significa que está justo en frente de su cara.
"Mira, ni siquiera soy un paciente aquí, solo vine a preguntar-"
"¿Estás sordo?" la voz del hombre se eleva aún más, haciendo que la gente los mire fijamente. "No me importa de quién seas hijo y cuánto dinero muevas, llegaste aquí el último, así que vas al final de la fila, niño rico".
Suponiendo correctamente que el soborno no lo llevaría a ninguna parte en este caso, Shen Yuan vuelve a la fila, rojo remolacha, y pasa los siguientes cuarenta minutos antes de que finalmente llegue su turno mirando sus pies.
"Siguiente", la voz de la recepcionista de mediana edad es cortante hasta el punto de la rudeza, pero después de cuarenta minutos en el infierno de su propia creación, Shen Yuan podría jurar que nunca ha escuchado una cadencia más dulce.
"Mi nombre es Shen Yuan y estoy buscando a mi pariente más cercano, Shen Qingqiu", dice Shen Yuan, la mentira se le escapa de la lengua con una facilidad sorprendente. Excepto, ¿era realmente una mentira? En este mundo, tiene que ser la persona más cercana a Shen Qingqiu. Qué pensamiento tan extraño. "Tuvo un accidente con un rickshaw eléctrico y una ambulancia lo trajo aquí hace unas horas. Necesito saber si está bien, ¿puedes decirme por favor? Sé que estos rickshaws van como a 20 km por hora, pero ya sabes cómo dicen que te puedes morir al caer de una silla y ahogarte en un charco, ¿no?
"Confía en mí, lo sé, tuvimos esos casos aquí", responde plácidamente la recepcionista mientras escribe algo en su PC. Luego, sonriendo un poco ante el horror que debe mostrarse en el rostro de Shen Yuan, dice: "No te preocupes. Su pariente ingresó con nada peor que una conmoción cerebral y un esguince de muñeca. Sin embargo, se agitó tanto por su accidente que tuvo que ser sedado y hospitalizado durante la noche. También dice aquí que no tiene seguro médico. Eso complica bastante las cosas".
