13

354 53 1
                                    

Cuando se despertó, estaba completamente solo en una cama. Pudo reírse de si mismo como las otras ocasiones mientras pensaba "de nuevo me desmayé". Pero entonces, Hideo recordó el sexo que tuvo antes de perder el conocimiento. Algo diferente. Más fuerte. Y entonces se dio cuenta de que no podía existir tal cosa como pensar "otra vez" tan tranquilamente porque, en primer lugar, no fue algo que le gustara del todo.
La sangre se drenó de su cara con tanto impulso que hasta pareció hacer un sonido.

"Dolió..."

Mirando al lado de la cama, descubrió que no había señales de Satanakia. Solo había un mar de sábanas frías y almohadas que se extendían por todas direcciones. Como de costumbre, su cuerpo se sentía más ligero y suave, pero también increíblemente vacío. Pensaba que tenía que encontrarlo rápido y disculparse con él por ocasionar que se sintiera deprimido. Sabía que iba a llegar y ofrecerle un montón de palabras de perdón por hacerle perder el conocimiento, pero más que eso, estaba preocupado por esa voz que escuchó justo antes de desmayarse. La triste, que decía que no quería perderlo.

"Espero que no lo esté pensando demasiado..."

Con un suspiro profundo, finalmente se sentó en la cama. Satanakia estaba parado justo en el arco de la puerta.

"¡Ay! Oye, que susto. Me sorprendiste".

Reaccionó así por reflejo, pero Satanakia solo siguió a Hideo con su mirada y no dijo ni una sola palabra. Es más, estaba tan inmóvil que parecía una estatua de piedra.

(¿Todavía está enojado?)

Incómodo, Hideo observó cuidadosamente a Satanakia: Era normal que sus ojos se vieran somnolientos, con pestañas largas completamente apelmazadas... Pero sus párpados estaban un poco caídos y le dio la impresión de que no había dormido nada en toda la noche. ¿Lloró? Era difícil saberlo, pero pareció estar deprimido al respecto.

Obviamente quería decir algo, pero no sabía cómo empezar. En primer lugar, nunca había estado en una situación así con alguna de sus parejas por lo que no era una exageración decir que estaba confundido.

"Am..."

Hideo respiró hondo.

"Satanakia, yo quería... Decirte que espero que puedas perdonarme".

Al escuchar las palabras de Hideo, Satanakia de repente levantó la cabeza. Esta vez, fue una cara de sorpresa que fue fácil de entender. En el fondo de su mente, estaba completamente seguro de que incluso la cara de una cabra podía ser muy expresiva en ocasiones.

"¿... Por qué? No tienes razón para disculparte."

Habló en voz baja, quejumbrosa y angustiada, y por eso mismo no pudo evitar querer acariciarlo un momento para darle consuelo. Hideo gateó en la cama y trató de acercarse a él.

"La hay. Te lastimé".

Cuando Hideo dijo eso, Satanakia volvió a abrir los ojos otro tanto y se quedó sin palabras.

"...¿Estás diciendo que me lastimaste? ¿Tú a mí?"

Los humanos utilizaban expresiones como "Las palabras cortan más que los cuchillos" pero los monstruos no. Ciertamente estaba contrariado incluso aunque Hideo parecía tan convencido en querer remediar su equivocación.

"No quería que te pusieras triste, de verdad que no. Odio verte así, Satanakia. Y no me gusta que parezca como si nos estuviéramos distanciando."

Por ejemplo, si tuviera que elegir entre la vida en el mundo humano y Satanakia, Hideo definitivamente estaría en un dilema. Quería volver a casa pero también deseaba estar con Satanakia. Podía parecer codicioso, pero no creía que fuera cuestión de simplemente elegir uno para abandonar otro. Si fuera por él, se llevaría a Satanakia a casa y le diría que pretendiera ser un humano para estar todo el tiempo unidos. Pero no había forma de ir allí así que no tenían esa opción.

Ser acariciado por monstruos. (Traducción Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora