Dos semanas han pasado ya desde que regresé a casa.
Es increíble ver qué, en una ciudad tan grande no haya encontrado trabajo o al menos alguien que me otorgue uno.
No sé que tiene éste lugar, será tal vez el aire fresco que corren a través de los árboles o el ver a los patos pasearse plácidamente por el ancho lago.
Quizá sea el hecho de qué en medio de una ciudad tan ajetreada exista un lugar que te transmita tranquilidad.Puede, no sé porqué lo pienso tanto...
Sea hora de aceptar aquella invitación para tomar café.¿Aló? Buen día.
-Sí, un buen día hace hoy. ¿Con quién tengo el gusto?
Soy Josh, llamaba para preguntar si la invitación sigue en pie.
-Claro que sí, ¿Te parece bien encontrarnos a las 10am en la cafetería de Central Lage?
Por supuesto, entonces a las 10, ahí estaré, gracias.
-Adiós, hasta las 10, no lo olvides.
Lo tendré presente.
Adiós.Vaya, y ahora, ¿Dónde queda Central Lage?
Creo que tengo que hacer un recorrido por la ciudad, para que no me halle nuevamente desprevenido.
¿Qué me pondré? Será formal... casual, ¿Un punto medio?
Sí, semi casual estará bien.
La ropa está lista, iré a ducharme ya casi es hora.No sólo de noche, aún de día éste sitio aún tiene cosas que rescatar.
¡Oh, qué hermosos girasoles! No puedo llegar con las manos vacías ciertamente, llevaré un par.Después de caminar deteniéndome en cada interseccion he llegado, aún con tiempo, creo que entraré a esperarla.
Ouh, llegó. ¡Aquí!
Bien, vió mi mano.
¡Vaya!, luce radiante.-Gracias, no es para tanto. Me gusta lo que llevás puesto.
Gracias. Siéntese por favor, después de usted.
Lo siento, es la primera vez que salgo después de tanto tiempo, en mi paladar tan sólo llevo el amargo sabor a café de oficina.
-Descuida, tú tranquilo.
(Buenos días)Buen día
~Buen día
(Ésta es la carta, cuándo se decidan pueden llamarme para tomar su orden)Gracias
-Gracias
Entonces, ¿Te parece un frappe o un mocaccino?El que tome usted, para mí está bien.
-Entiendo, ¿Un exppreso americano?
Se escucha bien.
-Espero te tenga buen sabor para ti, no es tan suave como parece.
-Señorita.
~Mande usted.
-Dos exppreso americano, por favor.
~¿Desea algo adicional?
-Unos panecillos de algodón estarían bien.
~De acuerdo, salen dos exppresos americanos y una orden de panecillos dulces de algodón.¿Puedo hacer una pregunta?
-Claro, puedes.
Bien, ¿Cómo puedo dirigirme hacía usted?
-Llámame Earla, y por favor, no continúes con la formalidad, me sientan unos años de más con ello.
Está bien, está bien Earla.
-Y bueno, cuéntame acerca de ti, realmente me interesa saber todo aquello que desees contarme, con lo que te sientas cómodo.
Por dónde empezar, nací muy lejos de aquí, pero por sucesos pasados llegué a ésta hermosa ciudad en los últimos años de mi adolescencia. Y bueno, traté de esforzarme para sobrevivir, aunque realmente no busqué destacarme, me gusta mantener un bajo perfil.
~Disculpen, aquí tienen sus exppreso y sus panecillos, que lo disfruten.
Gracias.
-Gracias.
Interesante, bien ahora a degustar.-Señorita la cuenta por favor.
~Aquí tiene.Déjame pagar por favor.
-No te preocupes, la invitación la hice yo. Tu compañía me fue amena.Está bien, y el sentimiento es mutuo.
-Debo ocuparme de unos asuntos pendientes, me retiro, pero espero volverte a ver.Está bien, hasta un próximo encuentro, Earla.
(Quién lo diría, el café si estuvo amargo, pero Earla al igual que los panecillos, una dulzura).