La Historia De Mi Omega-Kookmin «Omegaverse»

«Su corazón dejo de latir»

~Narra Jungkook~

Habían pasado ya dos semanas y los doctores seguían callados, yo seguía con esa angustia que me mataba, la madre de Jimin no podía pisar el hospital por que presentaba ataques nerviosos, Taehyung estaba en el trabajo pero venia a ver como estaba, yo era el único que me quedaba con el, me senté en las sillas del frente y cerre mis ojos por un momento.

Los abrí al escuchar al doctor decir el nombre de Jimin, me levanté enseguida y me acerque.

- ¿Qué ocurre doctor? - digo.

- ¿Y los familiares de Jimin? - dijo.

- Solo estoy yo - dije.

- Bueno, pasa - me indico la habitación de Jimin - despertó - sonrio y me dio algo para taparme la boca y el cuerpo, no pude evitar sonreír, sabia que Jimin era fuerte y que podía con todo esto, entre y lo vi, su cuerpo estaba totalmente blanco, estaba muy delgado, tenia muchos tubos en su cuerpo y eso me ponía mal, me acerque y vi como poco a poco abrió los ojos.

- Jungkook... eres tú - dijo apenas.

- Hola Jimin, estoy aquí... a tu lado - dije aguantando mis ganas de llorar, le tome la mano y sentí su cuerpo frio.

- Sabia que vendrías - dijo tosiendo.

- Ya shh, no hables mucho ¿y como sabias? - le dije.

- Típico de Jeon Jungkook - sonrío, agache mi mirada y vi su otra mano y llevaba el anillo que le compre.

- El anillo - dije sonriendo.

- Si, gracias Jungkook - dijo levantándose y dándome un beso en la mejilla, ese beso lo sentí muy frío, pero verdadero.

- Jimin, lo siento por dejarte, se que estas aquí por mi maldita culpa pero ya todo será diferente, ahora no me iré mas nunca de tu lado y enserio prometo protegerte como nunca lo he hecho - dije agarrando sus manos, el río.

- Jungkook llego mi tiempo... llego el momento - dijo con una lágrima en el rostro.

- ¿De que hablas? - dije confundido.

- Que es hora de irme Jungkook... No saldré de aquí Jungkook, no estaré mas en tus brazos - tosió - estaré en un lugar mejor donde te dijo Sunn.

En ese momento mi nudo en la garganta se volvió mas y mas grande.

- Pero despertaste eso es bueno - dije animándolo.

- Jungkook se que quieres tener esperanzas pero ya no, es mi hora, ya llego el año en donde tenia que sufrir - dijo agarrando mis manos - solo quiero decirte que te amo, te amo con todo mi corazón y aunque nunca pudimos estar bien tu eras el único que me daba esperanzas para continuar..

- Jimin no me hagas esto - le dije llorando.

- Jungkook, te dije que este momento llegaría - dijo también llorando - este momento iba a pasar y mira - me acaricio el rostro - despertar y verte aquí, a mi lado es lo mejor.

- Pero tú te tienes que recuperar - dije desesperado, el me tomo las manos, me dedico una sonrisa y una lágrima rodo por su mejilla.

- Te amo Jungkook, siempre recuérdalo yo te amo - dijo con una pequeña voz, cerré mis ojos para ver si esto era real, sentí que esto pasaba en un sueño, pero no, todo esto estaba pasando - Jungkook... - dijo y de repente la maquina tenia un extraño sonido y Jimin tenia los ojos completamente cerrados, en ese momento me desespere y grite su nombre, las enfermeras y los doctores entraron y me intentaban sacar.

- NO JIMIN DESPIERTA POR FAVOR - decía gritando - JIMIN NO, NO ME DEJES - vi como el anillo cayo al piso y lo agarre, llore, me lance sobre el llorando, se había ido, se había ido de mi vida, Taehyung y sus padres entraron llorando, yo le pegaba a la pared enojado con la vida, grite pero no podía hacer mas nada, se había ido, su corazón había dejado de latir.
No sabia que hacer ahora, mi mundo se habia derrumbado totalmente, en ese momento toda mi vida se había ido con Jimin.

Los doctores me sacaron de la habitación y solo llore en el hombro de Hoseok.

- SE FUE HOBI, SE FUE - dije llorando - SE FUE MALDITA SEA, SE FUE...

Llegue a mi casa con el corazón en la mano, me senté en el sofá y llore como nunca lo había echo, Jimin el amor de mi vida se había ido, quería que todo fuera un sueño, que no pasara de verdad, que esto fuera una pesadilla y despertar a su lado, viéndolo dormir como una ángel, mi madre me trajo algo de agua para calmarme pero la tire, no quería ser visto, no quería ser escuchado, solo quería estar con Jimin, solo quería volverlo a abrazar, besarlo y nunca dejarlo ir, las lágrimas caían en mi rostro, quería salir corriendo, quería retroceder el tiempo y estar con el.

Las imágenes pasaban por mi mente, todo lo que hice con el, había sido tan poco, pero me torturaban al como pasaban por mi mente.

- Hijo tienes que calmarte - dijo mi mama.

- ¿CALMARME MAMA? ¿CALMARME? - dije. - JIMIN EL ÚNICO OMEGA QUE HE AMANDO DE VERDAD, SE FUE DE MI VIDA MAMA - se me salieron las lágrimas - POR MI CULPA MAMA, LO QUIERO CONMIGO Y NO PUEDO - dije corriendo a mi habitación, cerré con toda las fuerzas la pierta y me lance a la cama, cerré los ojos.

*Sueño*

- Jimin espera - lo vi, con un traje blanco, su hermosa sonrisa y su mirada.

- ¿Qué ocurre amor? - me dijo.

- Llévame contigo - le dije.

- No Jungkook - sonrió - tu tienes que seguir aunque no este a tu lado - me dijo y acaricio mi rostro.

- Tu eres la razón de mi vida ¿Cómo seguir? - le dije llorando.

- Seokjin, el es un gran chico y tu mereces ser feliz - dijo sonriendo.

- Sin ti no puedo - Le dije.

- Es la hora Jungkook, te amo - se acerco a mi y me dio un beso, ese beso ... el último, lo agarraba pero se iba de mis manos.

*Fin del sueño*

Me desperté de ese sueño que hubiera querido que durara por siempre, toque mis labios y sentía su sabor ¿entonces todo fue real? Me levante y me mire en mi espejo, al verlo alrededor tenia fotos de el y mías, tome una, era mía y el, estábamos tan felices, mis lágrimas volvieron a brotar y le metí un puño al espejo lastimando mi mano.

- MALDITA SEA - grite, mi madre entro y vio la sangre y rápidamente busco el botiquín, no me dolía para nada, mi tristeza no hacia que pensara en nada solo en que quería retroceder el tiempo.

- ¿ESTAS LOCO JUNGKOOK? - dijo mi mama, no le respondí ya que no tenía nada que decir, mire el piso fijamente - Hijo, no puedes estar así - tampoco le respondí, yo solo sentía como mi corazón se rompía casa vez más.