Our Place ✮ Luzugetta

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∆ Historia ubicada después de la boda Loligetta ∆

-

No. -

- Joder Samuel, que quiero que me acompañes porque no se que loco se pueda hallar en el bosque. Anda no seas amargado. -

- No quiero salir Luzu. - El de ojos amatista estaba cansado de escuchar la misma excusa de su compañero alcalde por tercera vez en los cortos 3 minutos de conversación que llevaban.

- ¡Ese es el otro problema! Necesitas salir. Llevas ya dos semanas encerrado después de la boda con Lolito. - Luzu tomó por los hombros al más alto, haciéndolo que lo mirara a los ojos y frunciendo el ceño, también ya algo harto de que Vegetta se negara a pesar de que el era su alcalde y prácticamente le estaba dando una orden.

- No fue boda si no me casé. Además, no quiero salir y encontrarme con Doblas. -

- Hazlo por mi, ¿si? - Tocaba usar su otra estrategia: su encanto.

Sabía que De Luque tenía una debilidad hacia él cuando debía ayudarlo. Siempre había sido así, incluso cuando aún el mayor se encontraba en una relación.

Quizás haya sido Luzu el causante de varios problemas en sus antiguas relaciones, pero a Vegetta no le importaba; solamente Luzu se preocupaba por él, incluso más que quienes fueron sus parejas en el pasado.

El cariño que Luzu sentía por Vegetta era puro. No era por interés ni mucho menos por su, claro y notorio, atractivo físico, si no, porque desde que habían llegado a Karmaland, Vegetta fue su fuente de confianza, haciendo que Luzu lo considerará su verdadero amigo.

- No. -

- Voy a llorar. -

- Increíble como el ministro hizo llorar al alcalde. -

- Eres un saco de mierda. Adiós. -

- Te quiero. -

- Jodete. -

Borja salió algo enojado del castillo de su amigo, soltando un suspiro al observar las vistas al borde de la isla flotante de Vegetta.

Karmaland era hermoso, más hermoso de lo que se podía describir. Quizás para él, Karmaland era el lugar más bonito que alguna vez había pisado, pero también era consciente de lo bonito usualmente terminaba siendo lo más peligroso, tanto que la poca paz que sentía en aquel momento, se iba a acabar.

Quackity tenía un plan para destrozar lo que más amaba Luzu, y, desde que terminaron su extraña y no oficial relación, lo único que más amaba Luzu (y que le quedaba) era Vegetta.

Por lo que, antes de bajar por el ascensor, se giró para observar el castillo, prometiéndole mentalmente al dueño de este que lo protegería sin importar nada.

Vegetta, por su lado, estaba pensando en si debió de haber rechazado de esa manera al único que lo ha visitado todos los días desde su fracaso de boda. El pelinegro era consciente de que Borja solo quería lo mejor para el, pero ¿acaso el estaba poniendo de su parte?

Se había vuelto un total desastre. Incluso sus preciados cofres ordenados dejaron de estarlo, y, como no, era Luzu el único que ahora se preocupaba por él orden tan adorado por el de ojos amatistas, pero quién ya no les ponía el más mínimo esfuerzo.

Luzu tenía razón, debía salir, despejarse, aclarar su mente.

No amaba a Lolito, lo quería como un buen amigo, pero la boda fue por mero interés. Cuando creyó que Doblas había interrumpido su boda para por fin declararse al pelinegro, terminó volteando todo y se casó con Lolito.