Our Place ✮ Luzugetta

03

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Capítulo con contenido +🔞
∆Leer bajo su propio riesgo∆

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La luz lo estaba molestando, trató de moverse para evitar la incomodidad pero se llevó la sorpresa de no poder hacerlo gracias a unos fuertes brazos que lo mantenían pegado al cuerpo contrario.

Luzu comenzó a exaltarse, él no recordaba haberse acostado con nadie, quizás si estuvo más caliente de lo normal el día anterior, pero el era consciente de que no se metería con nadie estando ebrio.

Pero se tranquilizó luego de oler el aroma a colonia característica de Vegetta.

Aunque su tranquilidad no le duró mucho porque estaba durmiendo con Vegetta, abrazados, con el semi desnudo y además con un maldito dolor de cabeza que empeoraba con el paso de los segundos.

El rápido movimiento de su pecho por culpa del pánico que estaba sintiendo, logró despertar a su acompañante, quien ocultó su rostro en la espalda del menor.

— ¿Estás bien? ¿No es muy temprano para tener un ataque de pánico? — Preguntó adormilado, dando suaves caricias al pecho del menor, quien a pesar de sus intentos por calmarse, no podía hacerlo.

— Dime por favor que no hicimos nada ayer. Dímelo por favor. —

— No, tranquilo. Quiero decir, si te me insinuaste pero sabía que tenías que estar sobrio para tomar esa decisión.—

— Joder, gracias. —

— ¿Ya estás sobrio? —

— Más consciente que ayer si. Lo lamento.—

— ¿Ahora si podemos divertirnos como te dije anoche? ¿O volverás a ser el Luzu correcto de siempre? — Recibió una pequeña patada en la pierna, haciéndolo reír mientras el contrario se tapaba hasta la cara con las sábanas, tratando de ocultar su vergüenza.

— Eres un jodido pervertido. —

— Yo no fuí quien se estaba masturbando en mi jacuzzi y luego se me insinuó. — Siguió molestándolo, causandole ternura el ver a Luzu tan avergonzado por sus acciones.

— Mierda, mierda, mierda, mierda. Es una jodida broma ¿verdad? Yo no hice eso ¿verdad? — Solo recibió más risas por parte de Vegetta, haciendo que su rostro, que de por si ya estaba rojo, se volviese más rojo si es que era posible.

Con algo de agresividad, se giró para encarar a su acompañante, quien seguía riéndose por lo extrañamente divertida de la situación.

— ¿Puedes dejarte de reír como imbécil un momento? Estoy que me cago en todo lo que hice ayer y tú solo empeoras la situación.—

— Yo solo me estoy riendo, no sabía que eras tan así cuando estás ebrio. — El mayor recibió otro golpe, está vez en el pecho, solo provocando más risas de su parte.

— Cállate mierda. Me largo de aquí. — Dijo sin aguantar más la vergüenza que lo carcomia. Si que había sido un mal reencuentro entre ambos, pero al menos Samuel se estaba divirtiendo con ello.

— Quédate. — Vegetta lo apegó más a él, dejando cortos y suaves besos por su cara, haciendo que el nerviosismo y vergüenza anterior, desaparecieran poco a poco.

— A veces te odio. —

— ¿Y las demás veces? —

— Te amo. —