Cap 4

461 6 0
                                    

Oooow puso un "hola" con tres "a" ¿Eso significará algo? Mmmmm Yosha me había contado algo sobre detalles en mensajes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Oooow puso un "hola" con tres "a" ¿Eso significará algo? Mmmmm Yosha me había contado algo sobre detalles en mensajes. Creo recordar que entre más letras "a" le ponga a su "hola" más ganas tiene de hablar contigo.

Mmmmm no creo que eso sea 100% verdad pero vamos a ser optimistas ya que eso me subirá el animo.

Ivan y yo continuamos chateando hasta las 1 con 24 de la mañana, aprendimos cosas mutuamente acerca de nosotros y creo que estoy aun más enamorada es un chico muy bellaco y coqueto pero no debo dejarme llevar, debo de recordar lo que me contó Yosha. Mañana es fin de semana y no voy a poder verlo en la escuela, almenos hice un gran avece con Ivan, estoy muy contenta pero con mucho sueño ya que ahora son las 2 de la mañana.

Estoy apagando las luces y mi celular para acorrucarme en el fondo de mi cama y soñar con el. Buenas noches.

Es Sábado por la mañana y tengo que comprar algunas cosas para preparar el desayuno de este día, ya que mi mamá salió al trabajo desde muy temprano. Tal vez un poco de salado y crugiente pan y algunos huevos. En lo que caminaba por las calles de mi barrio para comprar lo que se me antojase una maldita persona en bicicleta me pasa rozando mi cuerpo a toda velocidad haciendo que me tropiece en la tierra de la carretera.
¡Auch! Eso realmente me dolió, Maldito descuidado que no puede esperar a que yo pase primero ¿En verdad se puede tener tanta prisa?

Mientras sobaba mi piernita con dolor escucho una voz algo conocida la cual el tono acaricia recorriendo sensualmente toda mi oreja, -¡ES IVAN! ¿QUÉ HACE EL AQUÍ?- Dije en mi mente.

Ivan se acerca con pasos rápidos y poderosos para ayudarme con mi pierna, Ivan ahora está acariciando y dándole masajes a mi dolorosa piernita, eso me duele mucho pero no quiero mostrarlo sólo quiero que Ivan siga manoseando mi pierna, el me preguntó como me sentía y que si estaba bien  yo le dije que me dolía un poco pero sus masajes ayudaban a calmar mi dolor.

-Entonces seguiré haciéndolo hasta que te sientas mejor Cami- Dijo Ivan.

Mientras el seguía tocando mi pierna yo ya no sentía ningún tipo de dolor pero no quería que parara, hasta fingí estar llorando de dolor para que continuase con sus lentos pero increíblemente excitantes masajes, él notó mi llanto y apartó mis lágrimas con su dedo.

-Oh no, parece que realmente te está doliendo- Me dijo Ivan muy preocupado y con mucho interés en mi seguridad.

Yo estaba tan caliente, el en verdad muestra interés, pero mi calentura distorstorsionó mis sentimientos y solo estaba pensando en como hacer esto más delicioso.

Entonces...

-Oh, oh en verdad estás ayudándome con mi dolor Ivan muchas gracias, pero ahora siento que me duele muuucho en mis muslos- Le dije a Ivan mirándolo a los ojos.

El se puso sumamente nervioso, podía saber eso gracias a su expresión algo pálida pero a la vez estando muy sonrojado. Sin quitar la mirada de mis ojos Ivan acercó sus manos tímidamente pero super decidido hacia mis rodillas y recorrió un camino lento con muchas curvas hasta llegar al extremo de mi falda, el se detuvo un rato, quitó la mirada de mis ojos y la dirigió lentamente hasta parar en mi breve falda, el sólo exclamó con voz temblorosa y con volumen bajo "perdón si te incomodo" y procedió a meter poco a poco sus manos debajo de mi faldita. Cada pequeño paso que daba deslizando sus manos a punto de llegar a mis muslos me calentaba más y más.

Hasta que llegó a la meta, sus manos estaban masajeando mis muslos como si fuera masa se pan. No podía parar de ver como Ivan estaba imnotizado amasando y amasando sin parar y sin quitar su mirada de mi faldita.

-Están muy suavecitos, grandes y calentitos- Exclamó Ivan con una risa nerviosa y traviesa.

Parece que ambos ya nos olvidamos de que la razón por la que me está masajendo es por que me "duele"

Cautivada me alcé la falda para que Ivan pueda ver mis muslos ya que se notaba con ganas de verlos. En cuanto hice esto Ivan quedó rojo como un tomate y sus manos quedaron empapadas (abía mojado mi falda con mi aguita) ambos nos miramos a los ojos, acercó mi cuello hacia el y terminamos besándonos.

Ambos nos levantamos en silencio, tomé las cosas de mi desayuno y con una sonrisa nos despedimos.

De camino a casa pensé...
Que en verdad teníamos suerte de vivir en un barrio tan solitario. Nadie nos vió hacer eso jajaja.

Con mi primo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora