Cap 8

441 11 0
                                    

Cansada de buscar tomé mis cosas y me fui a mi casa. Estaba caminando decaída y pensando en que no pude contarle a Ivan lo que estaba pasando.

Tomé mis llaves pero la puerta se encontraba mal cerrada, ¿Mi tía Selena cerró mal la puerta?

Tan sólo tuve que empujarla para que esta se abriese, entonces yo recién entrando a la habitación principal caminé temerosa por la casa revisando que todo estuviera en orden. Nada estaba fuera de lo común, entonces coloqué mi mochila en el sillón y me recosté un rato. Yo estaba muy agotada así que cerré mis ojos.

A punto del comienzo de caer dormida escuché un gran golpe proveniente de mi cuarto, yo me asusté mucho y busqué mi celular en mi bolsillo para pedir ayuda pero en cuanto lo saqué me di cuenta de que este no tenía batería.

Muy temerosa tomé valor para ir a mi habitación y ver quien estaba allí, incluso me quité mis zapatos para hacer menos ruido con cada paso, tomé un sartén y un cuchillo de la cocina. Estoy preparada, tan solo estoy a unos cuantos pasos de la puerta de mi habitación.

Me encuentro en frente de la puerta y mi mano en la manija, antes de poder abrir la puerta logro escuchar como la regadera está siendo usada. Entonces abrí la puerta y encontré mi cama llena de ropa. Algunas camisas, una mochila, calcetines y un bóxer negro, sabía que quien estuviese en mi habitación era un hombre y estába tomando una ducha.

Con mucho valor y mi sartén en mano abrí rápidamente la puerta de mi baño...

-AAAAAAH

-¡¿¿QUEEEE??!

ERA IVÁN!!
Ambos estábamos súper rojos como un tomate y medio muertos de vergüenza. Me quedé en shock y sólo giré mi mirada hacia otro lado. No pasaron ni 10 segundos e Iván me dijo que sentía haberme incomodado.

Yo muy nerviosa solo le dije que todo estaba bien, pero que quería saber la razón por la que el está aquí.

Iván me contó que su madre lo había traído sin razón, dijo que era la casa de una amiga. Después de haber dicho eso me quedé pensando por mucho tiempo y solo le respondí "ok" me dirigí a mi cama para sentarme a seguir procesando todo lo que estaba pasando, mi mente no paraba de imaginar el cuerpo desnudo de Ivan.

Tras 5 minutos después Ivan terminó de ducharse y parece que el no imaginaba o recordaba que estuviese en la habitación aún ya que salió con sólo una toalla cubiendolo mientras caminaba tranquilo por la habitación pero yo no dije ninguna palabra ni hice ningún ruido. Solo me dediqué a mirar.

El comenzó a escoger su ropa para ponérsela después mientras me daba la espalda. Acto seguido me quedé totalmente en shock, Ivan estaba comenzando a cambiarse, quitándose la toalla que lo cubría, tenía la polla dormida y aún así era enorme, el tardó en ponerse la ropa interior y cuando estaba a punto de ponerse los calcetines el se volteó atrapandome viéndolo. Ivan saltó de asombro lleno de vergüenza.

Yo no podía dejar de verlo, el no dijo ninguna palabra, nuestras miradas se cruzaron y su aparente vergüenza se fue desvaneciendo con cada segundo que nos mirábamos.

Mi mirada bajó de sus ojos recorriendo todo su cuerpo hasta terminar apuntando a su pene que se encontraba muy ajustado en ese bóxer negro. El notó como veía con mirada de deseo su bulto, el sólo soltó una risa y me preguntó: ¿Quieres verlo?

Yo me sentía muy excitada y mi manera de responder fue comenzar a acariciar su bulto con mi mano, lo masageaba lento mientras mi mano sentía como su pene empezaba a erectarse poco a poco. El me besó apasionadamente mientras nos dirigíamos a la cama. Ivan hizo una pequeña pausa para empujarme con fuerza a la cama y ponerse encima de mi, se quitó la camisa y yo le quité el bóxer. Tan pronto se lo quité, su miembro salió disparado a presión rebotando varias veces en mi abdomen y el suyo, se abalanzó hacia mí y comenzó a besarme el cuello llenandome de su deliciosa saliva, mientras recorría mis clavículas se topó con mi delgada blusa soltando un suspiro se levantó un poco y comenzó a desabotonar botón tras botón. Mi piel era descubierta poco a poco, me levante y terminé de quitárme la blusa y el sostén dejando caer mis dos grandes tetas. El quedó embobado y no quito la mirada hasta que tuve que tomar su cuello y parte de su poderosa mandíbula y la acerqué a mis labios hasta besarnos y no apartar nuestros labios mientras me quito toda mi ropita y la de él.

Finalmente estamos completamente desnudos excepto por mi pequeña tanga que cubre mi vagina. Ivan y yo estábamos comenzando a follar y su verga comenzó a frotarse con mi tanguita. Cada vez se frotaba mas y más intensamente en mi vagina hasta el punto de hacer un lado mi tanga con tan solo su pene erecto. Entonces sentí que comenzó a entrar, su glande penetraba mi vagina con lentitud y lo sacaba para meterlo aún más profundo que antes.

"Aaaah, Ohhh, Mmmm" eran los únicos ruidos que emitiamos en esa cama, el gas de sus gemidos eran gloriosamente excitantes y calientes, entonces puso sus manos en mis tetas y las empezó a masagearlas, luego a apretarlas mientras me la metía más y más fuerte, mi clitoris se sentía fascinante, pensaba que las clases de educación sexual exageraban con la cantidad de placer que se sentía al llegar al clitoris pero yo me sentía en el cielo, no podía parar de gemir, no quería que esto terminara, yo solo quería que estuviese encima de mi.

Esto duró unos minutos y en cuanto  sentí pulsaciones en su enorme pene, sabía que estaba a punto de correrse, el comenzó a gemir con más intensidad y entonces slo empujé, saque su pene de mi vagina mojando su cuerpo de abdomen a cuello con mis fluidos, entonces ahora era mi turno. Me coloqué debajo de él acomodando su miembro apuntando a mi cara mientras lo masturbaba.

Ivan no tardó mucho en venirse en mi cara, eran chorros y chorros de su semen cayendo en mi cara. Como la manguera parecía no tener llave entonces comencé a mamarsela, como si de un bebé ambiento de teta se tratase, su semen espeso inundaba mi garganta hasta de sentí que ya no salía nada entonces lo tragué todo mirándolo a los ojos, el en verdad se veía fascinado y me levantó terminando con un beso mientras nos abrazabamos.

Nunca pensé que mi primera vez sería así de intensa. Unas semanas después descubrimos que éramos primos gracias a mi mamá y a mi tía Selena, afortunadamente nos dijeron cuando estábamos a punto de decirles que eramos novios. El ser primos no nos importó y mantenemos nuestro secreto sin que nadie se entere.

Con mi primo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora