Introducción

27 1 0
                                    

Mi pecho se contrae, una y otra vez, algo lento, algo doloroso para cualquier ser humano. Pero yo no so algo cualquiera, yo soy yo.

Mis pulsaciones disminuyen por segundo mientras mi pecho sigue comprimiéndose, sin embargo yo no muevo ni un solo musculo. Miro fijamente el ventilador del techo de mi habitación durante el trayecto de las gotas saladas que derraman mis ojos que se adentran en mi alma por  la boca.

Los segundos pasan lentamente, igual que mi vida. Extraño mi niñez cuando era inocente y no sabia lo que pasaba a mi alrededor. Pero también amo mi yo actual, donde vivo en mi propio asco y me doy cuenta de lo que me rodea.

Las noches son la peor parte del día. Es donde soy yo misma, donde puedo quitarme esa capa que me cubre el cuerpo entero como si fuese un mono de trabajo. Es una capa dura y resistente que eh construido durante 3 años para demostrarle a la gente que estoy bien, pero nadie sabe que solo es una capa y que estoy muy jodida.

¿Por qué lo escondo? Por la sociedad y sus insultos. Por que no seria normal. Lo normal seria que fueses una hipócrita y una puta, alguien que va de tío en tío y bebe hasta pillar comas etílicos todos los fines de semana. Eso es lo normal en esta sociedad para alguien que tiene 16 años. Solamente preocuparse por quien te tira la caña y te mira descaradamente, por quien esta bueno y si tienes posibilidades de tirártelo. De si la puñetera base de maquillaje es del perfecto tono o te queda muy naranja. Eso es lo que yo hago cada día... cada santo día... demostrarle al mundo que soy una puta, una hipócrita y una pija con mucho estilo para ser normal y ser aceptada. Para cuando un chico te deje tener unos brazos que te consuelen. Solo para eso, para mantener mi capa intacta hasta hace unos meses. Donde me empecé a dejar conocer. Donde el apareció. Y de donde ella me saco.

DepressionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora