part. ⁸

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3 de diciembre


Y una ves más, soy víctima de la ilusión.

Mi corazón ya no soporta tanta gentileza de tu parte ¿Por qué debes ser tan malditamente amable?
Me vuelvo loco y perceptible cada ves mas ante ti, como podría cuidar mi cordura si tu no colaboras.
Cada día te comportas de una forma confusa ante mi.

Con el clima helado de ayer estuve a punto de congelarse si no hubiera sido por ti.
Llegaste con aquella gentileza de siempre, mi corazón empezó a latir más fuerte en el momento que tus manos tomaron las mías y me colocaste tus guantes, también tu gorro y suéter que traian tu esencia

Tan preocupado de que no tomara un resfriado y yo ahí como tonto mirando cada una de tus acciones, admirando aquellos esponjosos labios...

La cereza del pastel fue cuando me diste un beso en mi roja nariz, mi confusión fue tanta que me sentí en un sueño, al menos por unos minutos pude tener ese maravilloso momento.

Pero todo tuvo que terminar con el timbre del descanso, te fuiste como si nada dejándome ahí, sufriendo en silencio como un idiota que cayó en tus encantos.

Definitivamente haces que sienta algo inexplicable.




— R.

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