—¿Éstas segura que es por aquí? -preguntó Shuri observando tras el cristal del automóvil. Hace tiempo no visitaba Estados Unidos.
—Sí. Después de todo es la información que nos proporcionó el colonizador. -respondió deteniendo el auto al ver que el semáforo marcó rojo. Giró su cabeza para mirarla. —Si la ubicación termina siendo errónea créame princesa, yo misma me encargaré de girar los papeles. -bromeó refiriéndose a la colonización de los blancos, Shuri no lo pudo evitar y empezó a reír, cada que Okoye usaba ese pronombre con Everett sucedía lo mismo. Le resultaba muy gracioso la relación que tenían esos dos.
—Mira cuantas luces hay. -se refirió Shuri a los faroles de distintos colores que iluminaban el parque cerca de la universidad dónde presuntamente se encontraba la científica.
Okoye trató de no perderse en el brillo que amenaba de las farolas en la mañana inconmensurable, pero era imposible pues el cielo etéreo se disolvia ante su mirar. Buscó con cautela alguna sensación de reciprocidad. De pronto al sentir que Shuri apoyo la cabeza sobre su hombro, surge una interminable sensación de sentimientos innombrables y un lago se forma dentro de aquellos óvalos semejantes a cristales. Cierra y vuelve a abrir de sus pestañas lentamente. Sobre sus óvalos, al llevar su mirada sobre la princesa, se refleja una constelación recóndita, miles de estrellas iridiscentes explotan sobre su pecho. Siente delirar de cariño, parecido a el de una hermana con su hermana pequeña cuando la ve crecer.
Estiró de su brazo y lo pasó sobre sus hombros, atrayendo hacía ella su atención. Un gran fuego ardió dentro, Shuri siente aquella paz que hace tiempo no sentía y Okoye lentamente se detiene a calentarse en ella. Shuri ahora estaba viviendo en su propio mundo, tranquila, sin problemas a su alrededor o solamente estaba en nefelibata. Consiente del silencio y descanso. Parecían dos hermanas pequeñas viendo por primera vez el mundo exterior, y aunque no era así, quizás se sentía de tal manera por el hecho de que no habían vuelto a pisar suelo fuera de Wakanda.
Al llegar, aquellas sensaciones terminan por disolverse.
Okoye estacionó el automóvil no sin antes de avisarle a la reina que habían llegado. —Entonces, hay que buscar a una chica que se llama Riri Williams ya que es el ojo principal del gobierno americano. -prosiguió a contar Okoye.
—Sí. -contestó sin más Shuri mientras tomaba de aquel chocolate caliente que tenía sobre sus manos.
Oh, es cierto. Antes de haber llegado a su destino fueron a comprar un par de bebidas para no congelarse en aquel clima del cuál no estaban acostumbradas.
Por supuesto que Okoye reaccionó tan brusca como siempre y terminó amenazando al vendedor que si la bebida estaba envenenada lo mataría en un instante.No importa. Pequeños detalles.
—Y luego rescatar a nuestro colonizador favorito que esta bajo amenaza por su ex-esposa y agentes de la CIA. -finalizó.
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quememos el mundo juntos 𖤐 nashuri
RomanceShuri era una joven que idolatrada a su cariñoso hermano: la pantera negra. Pero cuando fuerzas crueles más allá de su control causan la muerte repentina de su hermano, su familia y el reino se desmorona. Un año después la vida le ofrece la oportuni...