La verdad

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Keda y su hermana aún seguían en la habitación, conversado sobre sus vidas y poniéndose al día de algunas cosas mientas reían y la pasaban bien.
Además, Kedamono no quería regresar a Wolf Zirkus por eso la loba le dió ropa nueva y le dijo que se podía quedar el tiempo que quiera, eran familia después de todo

- Ammm perdón, debería saber esto pero... Como te llamás?- dijo algo tímido el lobo pues sabía que la loba era su hermana pero no sabía cómo se llamaba

-No te preocupes Keda, recién nos vemos después de mucho tiempo además eras un cachorro cuando te deje en el desierto- Dijo la loba sin pensarlo mucho

-T-tu... Fuiste la que me abandono..?- dijo el lobo triste casi al borde del llanto

-No sabes nuestra historia- aclaró la loba

La expresión de la máscara de Kedamono era de confusión, siendo sus ojos dos signos de interrogación

- Pues bien... Mira....
Cuando eramos más pequeños nuestra madre nos maltrataba y humillaba, a mi me dejó una marca de por vida- Dijo la loba señalando su ojo cubierto por un parche

-T-TE ARRANCÓ EL OJO!?- Dijo Keda asustado

-Que? No! Solo... Es una alteración en mi iris causada por un rasguño- Aclaró la peli blanca clamando a Kedamono

-Bien...- continuó la loba - Ese día decidí que era mejor para ambos salir de ese lugar y pues algunos aliados de nuestra madre nos perseguían, no podía dejar que te hicieran algo.... Así que te escondi detrás de unos arbustos y distraje a esos tipos para alejarlos de ti- Dijo la loba a punto de llorar - Por suerte sabía que había un circo cerca y pues....tendrías una mejor vida- Finalizó la loba

Kedamono se sentía culpable, su hermana se arriesgo su vida para salvar la de él.
Keda se quitó la máscara, dejando ver su rostro, el que escondía por miedo al rechazó de otros, por odió al parecido entre el y su madre.

-No deberías ocultar tu belleza hermanito, eres único! Que te valga lo que dicen los demás- Dijo la loba blanca con lágrimas en los ojos y su maquillaje corriendose por su cara.
La última vez que vió a Kedamono era un niño de apenas 3 años, ahora era un jovencito de 21 años.

Kedamono se acercó a su hermana y la tomó del hombro en forma de consuelo,

Kedamono se acercó a su hermana y la tomó del hombro en forma de consuelo,

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( Dibujo echo por mí Uwu )

Después de un rato ambos se calmaron y salieron de la habitación dirigiéndose a quien sabe dónde.

-Hermana, aún no me has dicho tu nombre- dijo Kedamono

-Jaja si cierto, me llamo Luana-

Dos locos, un circo (Popkeda)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora