*¿Vacaciones?*

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Después de esa aquella y muy frustrante noche para Abigail y para Spencer, el trabajo tenía que seguir y por ende verse, conversar, trabajar juntos tenía que seguir en pie y ninguno podía pasar por alto ninguno de esos pasos sin que el otro pensara que estaba haciendo algo mal o simplemente sentirse incómodo.

Luego de verse y sentirse completamente incómodos una semana entera, Abi se quedó un poco más tarde de lo normal en la oficina; Spencer y Morgan quisieron acompañarla.

Dios, cada vez que Spencer quería un tiempo a solas con Abigail tenía que aparecer Morgan, lo estimaba muchísimo pero era demasiado celoso y comparándose con Derek no iba a cumplir el objetivo de enamorar a la bella señorita de sus sueños.

Luego de haber conversado con Hotch para darles unas pequeñas vacaciones y una sorpresa a los chicos; se quedó un momento apoyada en su escritorio, mirando al suelo y a los sobres que debía entregarles a los chicos después, se acercó Reid sin que Abigail pudiese darse cuenta y dijo

- Hola Abi - sonrió.
- Hola - le sonrió también y él castaño se alegró de que no estuviera tratando de evitarlo.
- Yo, bueno siento lo de hace una semana, mira - suspiró y continuó - me encantó el beso, así haya sido un mínimo roce de labios.
Abi empezó a sentir que sus mejillas se tornaban de un leve color carmín al escuchar a Reid decir eso sin descontar que se había parado delante de ella, mirándola a los ojos, a aquellos bellos ojos marrones que él tanto amaba.
- Y, yo también me, me gustó - dijo Abi muy sonrojada a lo que Spencer sonrió.
- Me gustas Abi - dijo con toda la valentía posible que había reunido para no tartamudear mientras se lo decía.
Abigail por su parte estaba demasiado feliz, su sonrisa estaba de oreja a oreja y sentía que podía tener todo un zoológico en su estómago, sin mencionar que su corazón latía rápido, y cada latido impactaba en su pecho como si de tanta emoción se fuera a salir o algo parecido.
- Spencer yo, si, también me gustas y mucho - dijo Abigail tartamudeando tratando de no quedar en ridículo, pero vaya, estaba muy nerviosa y sonrió; ambos sonrieron y fue ahí cuando Spencer tomó más valentía y se acercó lentamente a Abi, puso un mechón de su cabello detrás de su oreja y se decidió.
- No me lo creo, yo vivía seguro de que morías por Morgan - sonrió y se acercó un poco más a Abi.
- Te equivocas y mucho,yo  muero por ti - sonrió Abigail y se sintió feliz por que se sentía cómoda con él, se sentía muy bien.
Estaban muy cerca y sus narices estaban rozándose, estaban a punto de besarse.

- Eh niño bonito yo - dijo Morgan acercándose con una taza de café en la mano mientras observaba atónito la escena - ¿interrumpí?
La valentía de Spencer desapareció y los nervios de Abi se hicieron más presentes que nunca.

- No, no claro que no, yo tenía que ir al baño, es todo - dijo Abigail y salió caminando lo más tranquila posible.
- ¿Y? ¿Te sirvió lo que te dije? - dijo Morgan alegre, le había casi rogado al castaño que le declara sus sentimientos a la menor, él con bastante temor aceptó.
- Si y la hubiera besado - sonrió Spencer a lo que Morgan rió.
- Rayos niño bonito, de haber sabido no entraba - rieron juntos.
- Pero lo hiciste
- Te debo una, voy a encerrarlos y allí ya ves que haces - Spencer sonrió y se sonrojó un poco.

- Chicos, creo que ya nos debemos ir - dijo Abigail sonriente y puso los sobres en su maleta.
- Claro, los llevo - ofreció Morgan a lo que ambos aceptaron.

Spencer había estado soñando probar los delicados y finos labios de Abi todo este tiempo y cuando tuvo la oportunidad lo interrumpieron, tenía que ser una broma, y una de muy mal gusto.
Ansiaba verla mañana, poder enamorarla un poco más y hacer lo que más deseaba, besarla.

Quería verla despertar junto a él y darle los buenos días con un abrazo, una caricia; quería poder besarla cuando salieran del trabajo, poder tenerla entre sus brazos, estar orgulloso de que esa chica lo amaba a él y no a su compañero ni a nadie más, sólo a él. Quería, con planes tal vez muy lejanos, formar una familia con ella, verla vestida de blanco, sonriéndole y dándole un sí que sería para siempre, que la haría suya para toda la vida. Quería cuidar de ella, de sus hijos tal vez, quería ser su hombre, quien la cuidara, quien la mimara, quien le dejará escoger su ropa o quien la acompañara a hacer compras. Quería que fuera suya y que él fuera de ella. Una vida junto a ella, junto a su risa, a su sonrisa, eso quería.

Sonrió con aquel pensamiento y se quedó dormido, soñando con la chica que amaba.

Abigail por su parte, sonreía a casi todo, quiso quedarse en su casa pero necesitaba relajarse, había tenido tantas emociones en el día que quería disfrutar de la tranquilidad de la noche.

Fue caminando hasta la plaza que había cerca y compró un chocolate, empezó a comer uno de sus dulces favoritos mientras fantaseaba sobre como se sentiría besar a Spencer. A pesar de que ella debía ser más madura con respecto al tema; no podía, Spencer hacia que se sintiera como una adolescente enamorada, no sabe como pero en una parte le encantaba.

Había quedado demasiado feliz por las confesiones de hoy y deseaba ver como sería mañana. ¿Cómo debían actuar? No le estaba pidiendo ser su novia, como habría querido eso, así que debía ser todo normal, sólo que ya no sería incómodo, es más, sería muchísimo más cómodo, porque él la quería y tal vez tanto como ella a él.

(...)

Los agentes de la UAC estaban reunidos como de costumbre en la sala de conferencias y esta vez no era para recibir un caso de asesinato en masa o un conjunto de incendios, era para recibir la sorpresa que tenía Abigail para cada uno de ellos y Hotch lo sabía.

Hotch sabía que era su oportunidad de dejar por un momento el papeleo, los asesinatos y relajarse; fue por eso que aceptó que Abigail se los llevara a todos, incluido a él y a Jack.
Necesitaba dejar que Strauss este casi pisándole los talones todo el tiempo y por eso su "mal humor continuo" le decía a Prentiss.
Amaba a esa mujer, Jack la quería muchísimo y él deseaba que siempre fuera así.

- Tengo buenas noticias - dijo Hotch y empezó a repartir los sobres que Abigail le había entregado en la mañana.
Todos parecían muy sorprendidos a lo que Abi sonrió, su plan de sorpresa iba de maravilla.
- ¿Qué es esto? - dijo JJ sin abrir el sobre, nadie lo había abierto, todos tenían curiosidad pero por alguna razón también tenían cierto miedo.
- Solo si lo abren podrán saberlo - dijo Hotch con el mismo tono de voz serio que usaba siempre.
- Son boletos de avión - dijo emocionada García.
- ¿Hotch compraste esto para nosotros? - el mencionado negó con la cabeza, todos se veían muy felices y eso alegraba muchísimo a Abigail.
- Si no fuiste tu ¿quién fue? - dijo García intrigada y Abigail le sonrió a Rossi, él había notado que ella no tenía ningún sobre entre sus manos y también notó que miraba sonriendo con cada reacción de los chicos.
- Creo que deberían agradecerle a Jane - dijo Rossi sonriente.
- No me lo creo Abi y te lo tenias bien guardado ¡Gracias! - dijo Morgan y la abrazó mientras le daba una vuelta por el aire.
- ¡Abi, eres genial! - dijo Garcia y la abrazo también.
- No puedo creer que hagas esto por nosotros, eres asombrosa - dijo Spencer mientras la abrazaba y le daba un beso en la comisura de los labios, Abi se sonrojó.
- Chicos, esto es un regalo porque desde que estoy aquí me han apoyado muchísimo y no sé, los quiero muchisímo a todos y a cada uno - sonrió Abigail.
- Pero más a Spencer, eso obvio - dijo Morgan sonriendo.
- ¡Cállate Derek! - dijo Abigail sonriendo y tratando de empujarlo - así que en fin, espero verlos mañana aquí con su equipaje y listos para divertirnos en California.
-¡Eso! ¡Vacaciones! - exclamó JJ alegre.
- Vamos - dijo Emily sonriendo y levantó su boleto.

Todos rieron, y regresaron a casa.
JJ estaba algo preocupada, quería llevar con ella a Henry y no sabía si sería una molestia.
Abi de pronto se acercó.

- JJ por cierto, toma - dijo entregándole un boleto más - es para que lleves a Henry, Hotch llevará a Jack y creo que ambos se divertirán mucho.
- Oh Dios gracias Abi, estaba preocupada - dijo la rubia abrazándola.
- Tranquila, espero verlos a ti y a Henry mañana aquí - sonrió Abigail y se fue camino a su escritorio.

Estaban todos emocionados, García y Prentiss tenían como objetivo unir a Abigail y a Spencer.
Por fin estarían juntos, o al menos eso deseaban hacer.

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¡Hola Pequeños!
Oh si, estoy de vuelta con el cerebro lleno de ideas para darles amor y no dejarlos, esta vez me estoy comprometiendo.
Ya se acerca el final de esta historia y me gustaría que escriban en los comentarios cual creen que será el plan de Emily y García, si alguna llega a adivinar tendrá una dedicación y podrá (si es que quiere) ayudarme a escribir un capítulo de la historia.
En fin, espero que les guste esto y me perdonen.

Hay portada nueva, otra vez *ríe* ¿alguno de ustedes está aquí desde la horrible primera portada?

En fin, los amo muchísimo, son mi vida.

Mi Propio PríncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora