Mi nombre es Kikio y soy una sacerdotisa de barro y huesos. Con la Shikon no Tama podré volver a ser una sacerdotisa de carne y huesos.
Os contaré como empezó mi romance:
Era un día magnifico Inuyasha y yo estabamos hablando sonre lo de que se queía transformar en humano por mi, pero por la tarde el me atacó y de dejó una herida muy profunda en el hombro casi al lado del cuello. En ese momento sentí ira, temor y odio, todas esas emociones a la vez, fui a buscar a Inuyasha para reclamarme lo me me había hechi pero ni siquiera se molestó en mentir, ni aun que fuese metir mal o fatal, almenos sabria que lo habría hechi el, perl en cambio, el dijo que había sido Naraku que tomó su forma para matarnos. En ese momento le clavé una frecha purificadora en el brazo y comenzó a sangrar y a salir espuma blanca teñida del rojo de la sangre, eso quería decir que se estaba purificando. Se levantó de el suelo y me empujo hasta llegar al vorde de un acantilado, a lo lejos mirando hacia abajo se veía una mini laguna. Cuando me empujó solte unas cuantas maldiciones y maldije a sus hijos los qual ya sabía que no tendría por que yo desde la tumba se lo impediría. Despues de eso no recuerdo nada de nada, recuerdo unos fuertes brazos agarrandome para evitar que tocase de cabeza contra el suelo tamn furo de la laguna, gracias a esa cosa que sobreviví
Narra persona misteriosa de ojos frios como el hielo.
Paseaba por los alrededores cuando oí una voz femenina gritando y maldiciendo, un sonido de el agua que chocaba contra la otra un lago haciendo un sonido burbujeante. Entonces entnendí que era una chica que estaba cayendo por el precipicio que tienen cataratas, corrí hacia donde provenian los gritos y la cojí antes de que tocara el hagua y se matase, mire hacia arriba para aberiguar si era un suicidio o un asesinato a Inuyasha y pense "como pudo hacer esto, matar a una humana". Me hardía la sangre al ver a hankyou quería ir allí y plantarle cara ".
Esa chica de pelo azabache, piel de porcelana y ojos cerrados, estaba dormida en mi regazo. Entonces recordé que ella se parecía mucho a Kikio la novia de Inuyasha, si fuese ella ya seria la gota que colma el baso.No me creo que Inuyasha pudiese matar a Kikio tirandola de un acantilado.
"Desde aquí cerca parece una angel, necesito darle un beso" pensé, seguí mis instintos y le dí un beso.*Tres años despues*
-Kikio, me duele el brazo - decia Onigumo.
- Ya voy Onigumo - respondia Kikio desde el otro lado de la cueva, cuando llega a donde esta el humano quemado cubierto por vendas hasta solo verse los lavios un poco los ahujeros nasales y un ojo. - Onigumo necesito preguntarte una cosa.
- pregunta, no tengas miedo - responde Onigumo intrigado.
- ¿Como llegué aqui? - pregunta haciendose la despistada.
- Ya te dije quelo averiguarás cuando llegue el momento.
- Bueno - rebufa cansada.Dos días después, Kikio se encuentra que a Onigumo se lo estan comiendo los demonio y como ve que no puede hacer nada espera a que nazca el nevo ser ahora llamado Naraku.
Los tres días siguientes Kikio fue visitando a Naraku y el se trasladó a su actual castillo oscuro protejido en las montañas. Donde le dio la inmortalidad a Kikio para que pudieran acompañarse mutuamente cono grandes amigos que eran.
Llegó un día en que Naraku mandó a Kikio que matase a Inuyasha y ella como recordaba lo que pasó ese dia en que casi pierde la vida no se negó.
Cuando llego a la aldea de su hermana Kaede vio a unos extraños personajes que la sorprendieron y a una aciana cuyo especto era identico al de su hermana tras desaparecer ella. Por la cortina e entrada localizó a Inuyasha quen estaba acompañado de una hermosa joven com el mismo aspecto que ella pero con un año menos. Al ver como se divertia con los personajes nuevos le entraron las ganas de matarlo por que veía que sin ella estaba mucho mejor, era ese sentimiento llamado Celos, odio o rencor hacia una persona o varias en concreto.
- Veo que te diviertes mucho sin mi - dijo Kikio con odio en su voz.
- ¡Kiko! ¡Que alegria verte de nuevo! - exclamó Inuyasha emocionado por la visita de su ex-novia.
- ¿Quien eres tu? - preguntó Kagome con recelo.
- Me llamo Kikio y soy sacerdotisa de la Shikon no Tama - se presentó con elegancia digna de una mijer con educación - Un gusto Kagome.
- ¿Como sabes mi nombre? - pregunta otra vez Kagome.
- Lo se por que leo las mentes, es un don que me sirvie para comunicarme con la jente que no puede hablst por motivos inchoerentes.
- Ah, de aquerdo - se burla Sango.
- Sango no me insutes, Miruku deja de pensar eso, Shippo no me digas extraña e insolente por que hablé con tu mamita - al acabar de descubrir a todos los integrantes solo faltaba una persona, escondida en ño más oscuro de la cabaña con una enorme expresion de alegria y asombro - no creas que me olvido de tí hermana menor, Kaede dame un abrazo de bien venida - reclama a su hermanita que en reaidad aparentaba 50 años.
Kaede corre como puede a abrazar a su hermana mayor sin poder aun disimular su felicidad y alegri por poder ver a su hermana viva.
- Inuyasha - advierte la sacerdotisa de la perla - ¡Acabaré con tigo hoy! - gritó y al acabar se lanzó encima de Inuyasha. Y con un conjuro de purificación logró purificar todo el brazo derecho de su oponente.
- ¡No! - gritó una voz - antes curad a mi súbdito - ordenó una voz serena.
- Quien osa estorvar mi venganza - reclamó Kikio.
- El gran lord del Oeste la estorva - se defendió sereno e impenetrable.
- Perdone señor del Oeste, pase - se disculpó y dejando paso a el misterioso Yokai con un extraño ejemplar de sapo verde con traje de principe.
- Decidme que le ocurre - irrumpió el silencio Kikio. El Yokai le explica todo, al cabo de tres dias Jacken estubo curado del todo y Sesshomaru se fue por fin.
- Kikio ¿por que querías matarme? - perguntó Inuyasha haciendose el tonto.
- Tu ya lo sabes. Así que volveré y retomaré mi venganza ya que no pude hacerlo hace tres días.
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Sesshomaru y Kikio
Randomesta es una historia de Kikio y Sesshomaru los dos personajes más frios pero que a Kikio le cambiará el corazón cuando se entere de que fue ..... quen la salvó de avabar como una miko de barro y huesos.