Zenitsu es un universitario de primer año que fue invitado a la fiesta de disfraces de un desconocido. Con deseos de experimentar lo que es la diversión adolescente, accede y las cosas no terminan de la mejor manera, principalmente porque no era una...
" Color asociado a los artistas que simboliza el poder, la ambición y el amor intenso, cuyo significado es la sensualidad, excitación desenfrenada, estimulación, emoción autentica y verdad. "
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Los ojos de Tengen son una combinación curiosa entre rojo y violeta. A veces más violetas, como las amatista, a veces mas rojos; como la sangre, pero siempre jugando entre ambos extremos.
A Zenitsu le gusta mirar y adivinar de que extremo estarán hoy, y este especial Jueves, el albino había decidido que pasaría por la Universidad de Zenitsu como lo había echo antes y, para su sorpresa, esta vez en cuanto el rubio lo vio corrió y lo abrazo como si lo hubiera estado esperado toda una vida.
Uzui, por supuesto, no desprecio el gesto, al contrario, lo devolvió con la misma emoción. Fue reconfortante de alguna forma, y no es hasta que lo siente entre sus brazos que la inconfundible sensación de mariposas se hace presente.
Como odia esa sensación.
Hoy, esos ojos de conejo blanco parecen decidirse por mantenerse quietos, justo a la mitad. No es rojo y tampoco es violetas, más bien, son rojos violáceo. Tan único a su manera. Tengen es tan... inusual.
Inusual de una manera encantadora que Zenitsu no toleraría de nadie mas.
"¿Vamos a tu casa, verdad Tengen?"
"Oh, vaya", Tengen camina cuidadosamente al lado de Zenitsu. "Estás de buen humor, ¿no? ¿Algo divertido que quieras hacer ahí?"
Ja.
Ahí está, la reacción que espera, un rubor aparece en las mejillas del rubio, pero su sonrisa continua sin borrarse. "Chuntaro". Responde rápidamente.
"¿Y Chuntaro requiere tanta prisa? ¿Que hay de mi? También soy el padre de Chuntaro, merezco por lo menos un beso con lengua".
Zenitsu balbucea algo sin sentido después de eso, no sabe que decir y, dado que por lo general es alguien nervioso, solo atina a abrir la boca apenas para responder, pero la vuelve a cerrar. Aquello no solo fue una victoria muy obvia para el albino, sino que esos parpadeos rápidos y el aumento del color en las mejillas de Zenitsu son mucho más que eso.
Por supuesto que Uzui sabe lo que Zenitsu esta buscando, pero Uzui Tengen no es un plato de segunda mesa. No es la según opción ni el premio de consuelo. Y si Zenitsu quiere conseguir lo que esta seguro que quiere conseguir tendrá que darle más que unos pocos días a la semana.
Entonces, presiona.
Esta presionando.
Y, viendo lo inseguro que es el chico, que mejor forma de animarlo que siendo atrevido. Darle la seguridad de la reciprocidad. Lo esta condicionado con la atención exclusiva que a todos les gusta. Como aquel experimento del perro de Pavlov. Donde Pavlov le da comida a un perro y pronto el animal comienza a reaccionar la comida con el propio Pavlov, pues ha aprendido que cuando Pavlov se presentaba en el laboratorio, iba a recibir comida.
