las historias de Glen y Glenda

la nueva vida

Narra Glenda

No podía creer que era lo que estaba pasando, en realidad un poco sí. Siempre supe que había algo raro con mi madre, pero que papá no esté en mis primeros años de vida lo hizo aún más difícil de llevar. 

 Aceptarse como asesino no era fácil, digamos, en menos de un mes mate a dos personas y no me sentía mal por ello en lo absoluto. Con Glen herido tuve muchas ganas de que ese par se convierta en impar y matar a Nica, pero con ella no podía. No sé si es por el hecho de que hable con mi padre atreves de ella y fue como mi primera "figura paterna" o qué pasaba conmigo.

Glen por su parte mejoro, mamá quería pasarlo al muñeco a toda costa, para que nada malo le pase o algo así, yo quería a mi Glen, al que conocí a penas abrí mis ojos, pero no iba a reusarme si era la única manera de salvar su vida. Pero por suerte eso no paso, el mejoro, pero el muñeco, nuestro ser, sigue en nuestras vidas al igual que Mamá.

Mamá, un caso perdido, pero se nota que lo intenta, ella nos inscribió a institutos lo malo es que estábamos separados, Glen en uno y yo en otro, no podían vernos juntos, no podían ver a mamá. Hasta nuestros nombres cambiaron por el hecho de que la policía nos estaba siguiendo desde hace meses. No teníamos demasiado dinero como para holgazanear ni mucho menos (o eso decía Mamá) teníamos que trabajar, pero por suerte nadie pudo reconocernos aquí, teníamos que ser los típicos adolescentes que estudian y trabajan en un café en el centro de una ciudad sin tecnología casi.

Mamá ganaba mucho dinero así mismo estafando personas por el internet, vendiendo videos inéditos de la noche de los crímenes en casa de Jennifer Tilly. La gente es muy morbosa, le encanta el horror, la sangre, la muerte y las desgracias ajenas, pero luego uno lo lleva a cabo y es un monstruo. Las personas y su falsa moral es una de las cosas que más me enojan, juzgan por su propia cobardía, desean matar, desean venganza, pero simplemente son unos cobardes y lo consumen para saciar ese deseo que no dejan salir, matar.