One Shots Marvel.

~ 02 ~

Título: "The hottest soldier."

Personaje/Actor: Sebastian Stan

Advertencia: Smut, fingering, praise kink (elogios), spitting kink, daddy kink, choking, hematomas leves (chupetones), y ya, disfruten. :)

Parte(s) del OS: 1/1

~•~

Y aquí estabas una vez más, poniendo todo el esfuerzo que había en tu ser para ver Falcon y el Soldado del invierno sin ninguna interrupción, pero ¿Cuál era tu interrupción? Fácil, los increíbles bíceps de tu prometido en cada maldito capitulo.
Adorabas la manera en que cada uno se marcaba con cualquier movimiento que hacía, cuando explicaba algo con ayuda de sus manos, cuando quería intimidar a alguien, o sólo cuando quería calentarte.

Además de todo eso, era increíblemente difícil no cruzar las piernas para sentir algo de presión o morder suavemente tus labios cada que Barnes aparecía en la pantalla. Para ser sincera, amabas todos los personajes que interpretaba tu lindo novio, pero sin dudarlo, tu favorito era Bucky, su apariencia tan dominante varias veces te hizo suspirar, aunque, su historia te hacía compadecerte de él.

No supiste en qué momento estuviste más enfocada en tus pensamientos que en la serie, pero cuando regresaste tu mirada a la televisión, sólo estaba la escena de Bucky con los brazos cruzados mirando cómo Ayo de la élite de las Dora estaba a nada de matar a Walker. Tu hombre te ponía realmente mal, te encantaba verlo y eso nadie lo iba a cambiar jamás.

Sin importar cuántas veces lo miraras, siempre pasaba lo mismo, la respiración un poco acelerada, las piernas cruzadas, tu labio inferior atrapado en tus dientes y finalmente, rogando que el hombre a tu lado no notara lo necesitada que estabas de él.
Pero rogar no fue suficiente por que al parecer, sí notó todo eso, además, era muy difícil contenerte cuando él acariciaba tus muslos de esa manera dando pequeños apretones de vez en cuando, él sabía que te encantaba que hiciera eso. Pero cuando más tratabas de concentrarte en el capítulo, comenzaste a sentir la mirada penetrante de Sebastian.

-¿Por qué me miras así, Seb?-Preguntaste.

-¿Piensas que no te conozco, muñeca? ¿Creés que no sé cómo te pones cuando estás jodidamente caliente?-Cuestionó mientras te veía a los ojos.

Tragaste duro, pero supiste que todo tu esfuerzo de contención se iría a la basura cuando se acercó aún más a ti y sacó tu blusa de tirantes que usabas de pijama y empezó a besar tu cuello de la manera más tranquila y pasional que existe mientras que sus grandes manos heladas, iban más allá de tus muslos, específicamente, a tus shorts de pijama.

-¿Qué pasa, corazón? Estás divinamente mojada, ¿Pero es por ver alguien más?-Interrogaba con la nariz pegada a tu cuello, dejando grandes y húmedos besos.

Te encantaba cuando hacía ésto, cuando tomaba el control de ti y ni siquiera podías hablar de lo bien que se sentía, por que ni siquiera podías responder, estabas abierta de piernas con tus shorts de pijama aún puestos, tu sujetador negro y él justo en medio de ti, tocando la humedad creciente debajo tuyo.

Buscando tus labios, comenzó un beso desesperado, removió tu ropa interior a un lado y fue cuando sentiste sus dos dedos tocar la humedad en ti, de arriba hacia abajo haciendo un contacto mínimo y completamente tortuoso con tu clítoris, no pudiste evitar soltar un pequeño jadeo, así que aprovechó para tomar tu labio inferior entre sus dientes y morderlo suavemente para después chuparlo.