LOSERS (Tweek Tweak y Tú)

Prologo

 Adolescencia, es ese momento en el que tu cuerpo empieza a tener distintos cambios bastantes notorios como la vibración de tu voz, aumento de caderas, busto en el caso femenino y en el de los chicos su zona sur, pero por sobre todos estos cambios, está el cambio hormonal que reciben sus cuerpos; Tweek y ____ siempre fueron mejores amigos desde que una vez nacida la menor con tres meses de diferencia sus madres les metieron a la fuerza la idea de que lo serían de una u otra forma al igual que ellas, sin embargo en contra de lo que la mayoría de la gente decía sobre que sería horrible que les hicieran eso ellos nunca vieron alguna molestia en la situación, se llevaban de maravilla, en especial con sus actitudes tan contrastantes al ser el rubio alguien tímido y bastante nervioso llegando a padecer de ciertos tics por tanto café que tomaba y la peli___ una chica bastante segura y de carácter fuerte llegando a ser alguien que parece mayor de lo que su edad realmente es por lo bien que se maneja ella sola.

  Por esto creo que al crecer juntos nunca se dieron cuenta de lo que realmente sentían, siempre se vieron como los mejores amigos del mundo y casi hermanos de otro vientre, llegando a disfrutar el pasar los días apostando por quien haría más rápido alguna cosa o cuál de los dos se animaría a otra más, siendo el vencedor quien elegiría un castigo para el otro, llegando a retarse cosas tan estúpidas pero que para un niño era "La gran cosa" como que ____ vaya y tomase a Eric de la mano durante algún receso o que Tweek dijera en público algo como "cacapedopis" siendo la peor condena para ellos en ese entonces, incluso cuando estaban recién entrando a la adolescencia con ya casi trece años este juego seguía siendo de sus favoritos haciendo que el rubio fuese con faldita a clases o la menor le dijera a Kyle que era lindo frente a sus amigos, completamente humillados por ellos mismos y el orgullo a no perder nunca cuando de un reto específico se trataba.

  ¿Qué podría salir mal saliendo de fiesta por primera vez en sus vidas? Claro, habían ido a cumpleaños y reuniones variadas, pero ¿Una fiesta de verdad? Con alcohol, drogas, música y cero supervisión adulta, carajo amigo, eso era algo completamente nuevo para este par de adolescentes hormonales.

Querían divertirse, por ello fueron decididos a bailar hasta el final de ésta y tomar tanto como pudieran, logrando esto casi a la perfección gracias a la apuesta de por medio del que dejase de bailar por más de unos minutos sin la necesidad de ir al baño o que quien quebrara primero, perdería; tomaban moderadamente al ser la primera vez de ambos e iban a la pista sin dejar de sentir el ritmo en sus cuerpos, bailaban pegados el uno al otro con una sonrisa divertida casi inconscientes de sus actos, al menos así fue para el rubio hasta que el cara a cara se acabó al cambiar la canción y la chica decidió por tomar otro estilo de baile al haber estado inspeccionando el de sus amigas, ella le daba la espalda y el tomaba su cintura para seguirle el paso con una botella en su otra mano mientras sonaba un buen reggaetón de fondo, dándole paso a la chica de un perreo lento al sumergirse en el ambiente y ver como el resto de sus compañeras que se encontraban cerca iban por igual, fue ahí cuando el pequeño nervioso se hizo conciente de todo lo que estaban haciendo, específicamente del trasero de la chica pegado a su entrepierna y moviéndose tan exquisitamente para el...
 
  No fue mucho lo que le costó para soltarla y excusarse con que necesitaba ir al baño, lo único válido para dejar la pista o al otro sin compañía durante solo unos pocos minutos, dejándola entre todos sus compañeros y viendo como último vistazo que todas las chicas se acoplaban en un grupo para bailar entre ellas, de momento estaba en buenas manos según el, tras esto se echó  a correr escaleras arriba cerrando la puerta de un portazo tras sacar a Kenneth con el pantalón a medio poder y su nueva novia con media teta fuera del vestido, su corazón iba a tope y su respiración estaba entrecortada.

  Recostado sobre la puerta con los brazos extendidos a sus costados como si temiese que alguien intentase abrir y mirando un punto inexistente en algún lado frente a el, enrojeció completamente llevando sus manos hasta su rostro con vergüenza por aquel sentimiento tan repentino, quería convencerse que se trataba del alcohol en su sangre o que ella se había apegado mucho a su cuerpo, pero la erección en sus pantalones era completamente real a diferencia del jodido pensamiento impuro que había tenido al bajar la vista e imaginarla siendo empotrada por el desde atrás ¿O eso también era real y solo fue parte de su baile de rebeldía adolescente? Bueno, en la realidad si había ropa a diferencia de en su mente; se dió una auto-bofetada por pensar en esto y se limitó a lavarse la cara con agua fría para despejar la mente y tratar de cubrir un poco más el problema en sus pantalones aprovechando su camisa lo suficientemente larga que sacó de debajo del tiro de este y salió aún con ese nerviosismo a flor de piel, con la intención de decirle a su amiga alguna mentira como que su madre le había llamado para que fuesen volviendo o algo por el estilo, a estas alturas ¿A quien le importaba perder?