"Por qué no me dijeron que se hacían cargo de una persona discapacitada" soltó, azotando la puerta tras de sí.
Su madre dio un repingo, se encontraba sentada en la cama de la habitación de JungKook.
"No sabía como decirte, además.....es algo de poco tiempo" explicó sin preocupación.
"Dios, madre. Ya no están en la edad de cuidar de alguien que no sea ustedes mismo" JungKook se paso la mano por el cabello, desesperado.
"Lo sé, pero SeokJin es un chico realmente calmado y risueño. No nos da mucho trabajo" argumentó satisfecha.
El Teniente la miró "Eres muy necia, no has cambiado" sonrió derrotado.
"Es mi esencia que quieres que haga" se encogió de hombros juguetona. "Por favor JungKook, dale una oportunidad. Es un chico muy solitario. Desde que los Kim se mudaron, nadie ha querido acercarse a él"
"Me imagino el porqué" rodó los ojos el sarcasmo pintando su tono.
Su madre le golpeó.
"En serio, Jeon JungKook, tienes que ser amable con él, trata de que se abra contigo. Siento que hay algo en el que no quiere que nadie sepa. A pesar de su condición" la mujer suspiró, angustia en su corazón "el es muy inteligente, pero también cauteloso. Se que me esconde algo....algo que no quiere que nadie sepa"
Yeehun miró a los ojos a su hijo, pidiéndole a gritos por su ayuda, que comprendiera que su corazón también cuidaba y dependía de alguien que ya había entrado en él. De un ser indefenso que no era comprendido por nadie más que su madre., ahora de ellos también. Debía prestar su hombro para que aquel ser exiliado por la sociedad fuera llenado de felicidad y sonrisas.
Genuinas sonrisas.
"Esta bien, madre. Lo haré."
Y fue la decisión correcta.
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.Su padre estaba sentado en el sillón viendo televisión cuando bajo, SeokJin estaba al lado de la cocina, sentado en el suelo jugando con unos bloques que tenía los números borrosos.
JungKook dudoso se acercó, tomó asiento al lado del pálido chico sin pronunciar ninguna palabra.
SeokJin no se inmutó ante su presencia.
Los pasos de su madre se escucharon al bajar las escaleras, charló con su padre sobre hacer las compras mientras él cuidaba de SeokJin ante su ausencia.
"Buen viaje" les despidió el Teniente.
"Adiou" fue lo único que salió de los labios del castaño.
La puerta fue cerrada, dejándolos en total silencio. Sólo con el sonido del roce de los bloques cada vez que SeokJin los movía.
JungKook notó, que los dedos del chico eran largos y un tanto raros. Parecían como si fueran sido doblados a la fuerza, sus uñas estaban pulcras, sin rastro de suciedad y la palma era tan blanca que JungKook se preguntaba si era tan suave como se veía.
"Me estas viendo mucho, otra vez, angoissant" atacó el castaño, aún concentrado en sus bloques.
JungKook carraspeó.
"Lo siento"
El castaño se encogió de hombros.
"Todo sea que no me hagas lo mismo" soltó sin pensar SeokJin.
Había hablado demás.
JungKook lo notó al verle rígido y los ojos agrandados de SeokJin le miraron.
"De que estas hablando" presionó el menor de los Jeon.
SeokJin apartó la mirada con los pomulos enrojecidos.
"De que estas hablando SeokJin" presionó de nuevo, llevando al castaño a sumergirse en su mundo. Angustiado comenzó a rascar sus piernas.
JungKook le apartó las manos al verle que se arrancaba la piel con las uñas provocando que hilos de sangre brotaran de sus lechosas piernas.
"Tranquilo, tranquilízate" lo sujetó contra su pecho, de espaldas para que no le rasguñara.
Joder, su madre no le dijo nada sobre esto.
Forcejeo con el aproximadamente 15 minutos.
"Quiero un poco de leche tibia" fue lo que pidió el menor cuando se tranquilizó.
Al parecer los métodos que había utilizado en la milicia también funcionaban con SeokJin.
"De acuerdo, te haré un poco" asintió "ven aquí" se levantó con SeokJin aún en sus brazos. Lo llevó al comedor y lo sentó.
Buscó la botella de la leche y una tetera para calentarla.
Minutos después, JungKook veía a un castaño de 5 años frente a él. El cual tenía un bigote de leche y tambaleaba las piernas mientras terminaba todo el contenido del vaso.
JungKook no creía poder acostumbrarse a esto. No podía cuidar de una persona como SeokJin.
Pero tenía que hacerlo, se lo había prometido a su madre.
Además de que las palabras del chico le habían dejado pensando. Que había querido decir......algo estaba pasando.
Su madre sospechaba que algo ocurría con el chico frente a él. Además del comportamiento hostil de SeokJin hacia él.
Sus ojos llenos de temor.....de expectación.
Como si esperara que JungKook saltará sobre él en cualquier momento.
Para ser devorado por la boca del lobo.
Algo andaba mal.
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Boy's don't Cry
De TodoObligado por su padre a enlistarse al ejercito, JungKook se encuentra más que extasiado de regresar a su ciudad natal después de 7 duros años de entrenamiento. Donde la supervivencia lo era todo, cazar o ser cazado. Pero al estar ausente tanto tiemp...