HISTORIAS LEMON FHS

MI RETORNO A WATTPAD

Después de lo ocurrido la última vez, Meg y Freddy tenían una relación muy fuerte, opero había alguien que parecía no gustarle.

Mientras Meg caminaba con rumbo a la casa de Freddy ella noto o más bien dicho escucho unos quejidos que venían de uno de los callejones cuándo fue a investigar descubrió a su novio Freddy completamente golpeado he tirado en el piso.

El muchacho apenas podía mantener los ojos abiertos así que ella lo cargo lo mejor que pudo y lo encaminó directo hacia su casa.

Finalmente llegaron a la casa del castaño, Joy bajo primero y abrió la puerta de dónde estaba el castaño para ayudarlo a salir de ahí y poder llevarlo a su casa.

Ella puso el brazo de Freddy detrás de su cuello y lo ayudó a caminar hasta la entrada, Freddy con dificultad metió la llave y abrió la puerta.

Meg.— ¿Quién te hizo eso? — preguntó.

Freddy.— Los mismos qué se la pasan golpeando a Bonnie... Solo sentí el golpe y uno de ellos dijo esto es por quitarme a mi chica o algo así — dijo con dificultad.

Mega.— Creo que ya sé de quién se trata — dijo.

Ella lo ayudó a caminar hasta el sillón y le dijo que ahí se quedará, dijo que volverían un momento pues había ido a la farmacia por algunas medicinas.

Meg.— Listo... vengo en un momento — Dijo.

Meg salió de la casa y fue a comprar unas cosas para poder curar las heridas del castaño, mientras esté intentaba recuperar el conocimiento. 

Finalmente Meg regresó de farmacia con todas las cosas que había comprado, para encontrar el castaño aún en el sillón.

Meg.— Listo... traje algunas cosas para curar tus heridas — Dijo mientras ponía las cosas sobre la mesa.

Freddy.— G-Gracias... pero no debiste molestarte — Dijo con un ligero sonrojo.

Meg.— No es nada... además es por mí que te dieron una paliza — Dijo algo apenada.

Meg ayudó al castaño a levantarse y  tomó un trapo limpio y comenzó a limpiarle las heridas al castaño mientras este soltaba algunos quejidos de dolor por los moretones y heridas.

Meg.— ¿Puedes quitarte la camisa? —  le dijo al castaño

Freddy.— ¿De verdad esto te enciende? —  Preguntó.

Meg.— Para que pueda curar tus heridas — Dijo.

Freddy se quitó la camisa para que Meg le pudiera pasar un trapo húmedo y limpiarle un poco las heridas para evitar que se infectara.

Meg trataba de tener cuidado pues sabía que a Freddy le podía resultar muy doloroso, y era cierto, pues el castaño soltaba algunos quejidos de dolor, Meg agarró un pedacito de algodón y lo humedeció con alcohol.

Freddy. — ¡¡¡ARGHH!!! — Dio un fuerte grito al sentir el alcohol en uno de los cortes que le habían hecho los pandilleros.

Meg. — ¡Perdón! No era mi intensión — Dijo mientras curaba la herida.

Freddy. — Sí lo sé pero eso no quita el hecho de ¡¡¡ARGHH!!! — Contestó pero la albina le puso otra vez el algodón con alcohol en otra herida haciendo que el castaño soltar otro grito de dolor — Pero duele como un carajo — Dijo

Meg sólo se rio estuvo así por un rato curando las heridas del castaño hasta que finalmente quedaron limpias.

Con cuidado agarró unas gasas las puso sobre las heridas para luego ir las cubriendo con vendajes para evitar que se cayeran y absorber la sangre.