El amor es una palabra de 4 letras.

El amor es una palabra de cuatro letras.

He dado tantas vueltas al mismo asunto que siempre termino igual, me desalienta saber que las cosas sencillas son las que más duelen y extraño ahora que no estás conmigo.
Me he preguntado cuantas veces si esto es real, si acaso sigo equivocado de la forma más imbecil posible, pero siempre mi conclusión es que sigues brillando aún ausente.
Me recuerdo a ese paradero de buses donde esperaba la última vez ese bus para venir a casa, espere por un poco más de una hora y cuando llegó, me subí con ese sabor en la boca queriendo que me agarrases del brazo para hacerme bajar y poder quedarme contigo todo el día, nunca pasó y nunca pasará.
¿Quien más que yo podría cambiar mi futuro? Acaso podría decir que mi futuro lo construyo yo, pero se me hace difícil pensar que las luces aún me disparan y pareciera no importarte como me siento ahora, ¿te preguntaras como estoy?, ¿agachas aún la cabeza para maquillarte?. Tantas cosas que quedaron impregnadas en mi mente y en mis sueños que ahora no se como hacer para que se vayan y me quiten este castigo de pensarte diariamente.
Mi problema es uno entre muchos, solo soy un chico más que sufre con el corazón roto en la mano, pero ¿donde iras mañana?, ¿donde iras cuando no tengas donde ir?.
Te pienso corriendo hacia mi, pidiéndonos que jamás nos separemos, viviendo en la simulación de el momento que parecía todo lento, como si se tratase de una escena de las películas que tanto odiaba.
Aún seguiremos esperando tantas cosas del otro, incluso el alejarse aún más de lo que ya estamos, pero yo no puedo alejarme más de ti aunque me lo supliques, aunque me obligues, aunque me llores un río para que me pierda aún más.
Se que mi manera más difícil de encontrarte fue perdiéndome; me había perdido tantas veces, de tantas formas pero jamás como me perdí contigo.
Aún tengo el frío en mis manos, cada día que pasa siento tu voz y recuerdo nuestro primer día juntos, como quisiera volver a verte una vez más, la vida es injusta, tu más. Estoy peleando por ti, para que me toques la mano o mi cabeza, pero no miraré atrás por ti.
Ven a por mi, estoy listo, te estoy hablando a ti. Sabes quien eres, no quiero suplicarte que me ames, si pudieras ver cuantas lágrimas desahucié por ti; está todo mal en este corazón pagano. ¿Encontraste algo en mi?, ¿acaso soy parte de tu vida o solo fui parte de un tiempo programado?. Ojalá algún día conozcas esto que soy ahora, ojalá estuvieras aquí ahora mismo fingiendo una sonrisa que me hiciera darme cuenta lo difícil que es quererte.
Odio tener que olvidarte a duras penas,  he caminado solo, atraves de este valle, este valle oscuro al cual le debo mucho respeto por secar mis lágrimas todo este tiempo.
Cuando mis dedos resbalan por mi cara buscando secar algo que parecen ser lágrimas invisibles, no consigo nada más que tu indiferencia.
Aún recuerdo la última vez que hablamos, te pedí porfavor que me escucharas aunque después no dijeras nada. Me escuchaste, me pediste perdón por todo y luego me bloqueaste nuevamente. Dijiste que quizás en un tiempo más te dejarías caer nuevamente para saber de mi, ¿estas manipulandome? Odio que lo hagan, odio que me obligues a esperarte aunque no quiera, pero, por ser tu, ¿estará bien?
Muchas veces escuché que la manipulación es el arte de aquel que no controla la situación del todo. Tu arte me hace más daño, es una especie de arte abstracto del cual no entiendo mucho pero se que es tuyo.
Tengo mucho miedo a que un día vuelvas a mi, con la sonrisa bajo tus lágrimas, que me mires y me pidas perdón por todo, que me hagas sentir culpable, como todo este tiempo. Seguir aquí esperandote es un castigo, pero lo haria una y mil veces si se trata de ti, aunque no me lo hayas pedido nunca, es más, aunque me hayas dicho que porfavor no te esperara. Soy el hombre que sigue caminando solo por todo esos lugares que alguna vez paseamos nuestro amor, como si en ellos aún quedasen átomos de nuestra unión. Que imbecil soy. Mas no desespero, aveces prefiero que toda esta pena caiga sobre mi a que caiga sobre ti. Para mañana quiero despertar y sentir que ya no lloraré más tu ausencia de esta forma tan especial y a la vez tan horrible.
Eres todo para mi aún y siento que más allá del cielo, la luna brilla como antes, como cuando brillaba para nosotros dos.