Pidió permiso para ir al baño y el maestro se lo permitió. No era el primer día, ni el segundo. Ya llevaba una semana así, en donde pedía permiso de ir al sanitario casi a la misma hora y tardaba en regresar.
Mingyu lo vio como un patrón y no entendía si simplemente era para aliviar sus necesidades básicas o algo más, porque Minghao siempre regresaba un poco más devastado cada vez.
Más pálido, con las mejillas más huecas, con el rostro más apagado. Todo en él parecía estar perdiendo el brillo y Mingyu ya se había cansado de preguntarle qué le sucedía y que Minghao le respondiera que estaba bien, cuando en realidad se encerraba en un cubículo del baño a vomitar narcisos clavados en sus pulmones y garganta.
Lo hacía sin falta porque las flores se estaban acumulando con los días y tenía que deshacerse de ellas o estaría tosiendo todo el tiempo, cosa que ya había empezado a hacer.
Se aclaraba la garganta y luego tosía, Mingyu fue consciente de eso al segundo día en que Minghao parecía estar peor que con una gripe.
Minghao trataba de aguantarse en toser cuando estaban en clase, pero en sus tiempos de almuerzo lo hacía libremente y era muy constante, aparte de que no comía nada y sólo picaba su lonche.
—Hao, come algo, no te he visto comer en mucho tiempo —le dijo Mingyu, preocupado. Había notado que su siempre delgado amigo había perdido más peso.
Minghao lo miró con ojos marrones que habían perdido su brillo y aún así hizo el esfuerzo de sonreírle.
—Es que no tengo mucho apetito.
Y era verdad. No podía comer porque el nudo en su garganta se lo impedía, aparte de que realmente no tenía hambre y no podía obligarse a sí mismo a consumir algo.
—Pero tienes que comer, ¿sí? Aunque sea un poquito —Mingyu estaba por demás preocupado por su amigo junto a Seokmin, pero no sabían qué hacer.
Minghao volvió a picotear la comida, pero no se llevó ni un bocado. —Lo siento, no puedo, no ahora —dijo, sabiendo que su madre se preocuparía aún más por él. Lo llevarían al hospital esa tarde, aunque él sabía exactamente que tenía.
Sólo Junhui lo sabía y Minghao lo hizo prometerle que no le diría a nadie. ¿Para qué? No cambiaría las cosas. No cambiaría su futuro.
Él ya había aceptado lo que venía, y tenía paz mental al respecto.
⚘ ⚘ ⚘
Estaban en su hora del almuerzo, en el salón de clases. Minghao de nuevo veía su comida sin tocarla.
No tenía apetito, menos teniendo en cuenta de que la razón de su agonía estaba frente a él. Mingyu y Seokmin invitaron a Seungkwan a comer con ellos y ahí estaba ese chico encantador. Realmente podía ver porque le gustaba a su mejor amigo.
¿Qué tenía Minghao que pudiera llamar la atención de Mingyu? Nada... No sentía que tuviera nada. Por eso se moriría de amor, era su tragedia, los narcisos lo consumirían hasta la muerte, la rosa ya había sido invadida por ellos.
Escuchó la risa de Mingyu por algo que los otros dos chicos dijeron y sintió las náuseas de nuevo. Se puso de pie y se disculpó para ir al baño, en una rutina a la cual se había acostumbrado.
Caminó por el pasillo y entró a los baños, metiéndose en un cubículo. Se colocó en sus rodillas y comenzó a sacar las flores que tenía en los pulmones, el estómago, el esófago, su corazón... En todas partes, los narcisos eran un recuerdo constante de su desamor.
Minghao tosió y vomitó los pétalos y flores casi formadas por completo, pronto ya no le quedaría tiempo. El día que saliera una flor completa, sería el último de su vida, porque significaba que las raíces eran tan profundas que nada podría salvarlo. Se sofocaría hasta la muerte y ya lo había aceptado.
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Narcissus (GyuHao)
Fanfiction[ eros pathologia series ] hanahaki disease au! Agentem: Narcissus spp. Paciente: Xu Minghao. ❝ minghao está condenado. se ha enamorado de su mejor amigo, mingyu, el cual está interesado en alguien más. y el amor de minghao es tan grande, que las...