¿Plomo o verga?

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| Este One shot está inspirado en un dibujo de Smoky coffe, para que vayan a ver sus obras de arte |

[...]

La pelinegra miró con odio al castaño frente suyo, la había traicionado a ella y a su amor.

Y eso era algo que nunca le perdonaría.

Había estado siguiendo en silencio a Luzu durante todo el día, acechandolo entre las sombras debido a su venganza planificada.
Aunque muy en el fondo aquella venganza comenzaba a disiparse y lo único que invadía su mente era el deseo; aquella camisa roja ceñida al cuerpo del castaño y ese chaleco hecho a su medida la estaban poniendo muy nerviosa, sumándole ese cabello bien peinado y los ojos de dictador al dar órdenes.

Era jodidamente caliente.

Se palmeó las mejillas tratando de salir de sus pensamientos intrusivos, se odiaban, quería matarlo. Era lo que debía importarle; jugueteó con el arma en sus dedos mientras se acomodaba en la rama del árbol donde se encontraba observando detenidamente a Luzu. Este hablaba con uno de sus secuaces sobre como debían eliminar a Rubius por haber querido "manipularlo".

Pinche Luzu.– maldijo para si misma mientras lo observaba con el ceño fruncido.– Ya no soy una puta niña.– sujetó bien el arma al ver cómo el secuaz se alejaba y lo dejaba solo frente a su casa.

Era el momento.

Vio al castaño entrar cerrando la puerta tras de él, ahora le tocaba rezar que no la hubiera atrancado.
Bajó lentamente del árbol haciendo tiempo, en pasos ligeros se acercó a la puerta y recargó el arma respirando hondo. Si todo salía bien tendría la cabeza de Luzu sin ningún problema.

Giró la manilla y esta cedió.
Con su mejor cara de mafiosa la abrió de golpe apretando en su mano el arma con la que lo mataría.

–A ver pinche Luzu, ahora sí te llegó la hora cabron.– gritó aquello con el gesto serio, que fue reemplazado por sus mejillas rojas y sus ojos bien abiertos.

–¿Quacks?.– el castaño la miró confundido mientras sujetaba sus pantalones desabrochados.

Quackity tragó pesadamente, sus ojos viajaron por el torso desnudo del mayor de forma lenta y se detuvieron en el miembro que sobresalía de los pantalones desabotonados.– A la verga.— "literalmente", es lo que pensó.

–¿Qué haces aquí?.– soltó aquello dando unos cuantos pasos hacia la pelinegra que retrocedió chocando con la puerta que se había cerrado.– ¿Y esa arma?

La menor observó la pistola en su mano y estiró el brazo colocandola en el pecho del castaño.– Vine a matarte.– titubeó y sus ojos bajaron por unos segundos al pecho de Luzu.

Este sonrió al notarlo.– Entonces hazlo, Quacks.– se acercó hasta que el objeto plateado descansó en su piel desnuda y sonrió ladino.– Anda.

Quackity jadeo con nervios, si se le acercaba así era más difícil. Tragó saliva y de forma lenta recorrió el pecho de Luzu con el arma, quería tocarlo pero su orgullo era mucho más grande en ese momento.
–Puta madre Luzu, no me compliques más esto.– gruñó sin despegar sus ojos del torso del castaño.– Siéntate en esa silla.– dijo haciendo un ademán con la cabeza a una silla de madera que descansaba junto a un librero.

Luzu obedeció con una risita sin despegar los ojos de la pelinegra, esta bajó el arma y se acercó con el ceño fruncido. Su mano viajó al cabello del mayor y lo jalo hacia atrás de forma agresiva, acercándose lo suficiente a su rostro como para que sus respiraciones se mezclarán.– Dime que tanto quieres vivir.

Complicaciones | Luckity - One shot +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora