Capítulo 67 : El corazón de las tinieblas [III]

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Notas:

Otro día, y como siempre, las cosas van cuesta abajo.


El segundo mensaje de Revenant al público se transmitió en vivo a través de numerosas estaciones de televisión, una vez más pirateado o comprado en secreto, o debido a que no les importaba la seguridad pública y no querían quedarse atrás en la nueva primicia.

Monoma y Kuroiro lo vieron, ambos lo suficientemente informados como para saber que esta vez iba a ser respondido de manera mucho más activa.

Eri y sus dos idiotas lo vieron, el mensaje sucedió durante su tiempo de televisión permitido, una sonrisa irónica y victoriosa en el rostro de Eri.

Ayako Nakahara lo vio, justo en medio de la toma oficial del Cuartel General del Ejército del Norte. No le gustó ni un poco, y el mensaje de que Midoriya acababa de hacer un Hokkaido apresurado en Kyushu (que el mundo conoció antes del Hokkaido real) la hizo enfurecer.

La Primera Ministra lo vio, su llamada telefónica apresurada (y enojada) a Mera se interrumpió. Fue en este punto que comenzó a darse cuenta del error que cometió con Saiko Intelli.

La variante Amarilla del Plan Ciudadela se puso en vigencia, algunas de las fuerzas y héroes de la JGSDF recibieron mensajes que les decían que se trasladaran ahora.

Demasiado poco y un poco demasiado tarde. La guarnición de Kyushu estaba siendo masacrada más y más con cada minuto que pasaba. Midoriya claramente prefería el aumento de las bajas causadas por el puro agotamiento de sus fuerzas a dejar que demasiados soldados alcanzaran la relativa seguridad de las Ciudadelas locales.

Las cosas se estabilizarían tarde o temprano. Pero por ahora, la velocidad y la iniciativa eran de suma importancia.

Gracias a Cloud, el PLF tenía ambos en abundancia. Ella fue el eje de todo su esfuerzo de guerra, desde el principio. El multiplicador de fuerza más eficaz del mundo.

Menos de una hora después del discurso público de Revenant, Ryukyu y Gang Orca (aún exhaustos y heridos después de Marukane Ward, pero con un buen maquillaje para ocultarlo) dieron su propio discurso público.

En él, anunciaron la destitución del Primer Ministro... y la disolución de la Nueva Alianza de Vigilantes. De ahora en adelante, ya no eran vigilantes. Eran pro-héroes, leales al nuevo gobierno de Japón, que se iba a centrar temporalmente en Hokkaido, antes de recuperar inevitablemente el resto del país del déspota de Tokio.

De un solo golpe, Nakahara consiguió un ejército, muchos pro-héroes y la infraestructura de apoyo adecuada para ambos, mientras asestaba otro golpe a la imagen del Primer Ministro.

Naturalmente, no le tomó mucho tiempo al gobierno teóricamente legal de Japón (probablemente deberían comenzar a referirse a él como el Gobierno de Tokio) para denunciar oficialmente a los secesionistas como villanos y terroristas.

Irónicamente, la denuncia no estaba lejos de la verdad.

Hubo enfrentamientos regulares en Hokkaido, pero estaba claro que no durarían mucho, ya que la gran mayoría del Ejército del Norte se puso del lado de Spyglass. La resistencia provenía principalmente de agencias de héroes pertenecientes a Paragons desplegados localmente que mantuvieron su lealtad al Gobierno de Tokio.

El discurso de Midoriya sobre las fechorías del Primer Ministro ayudó mucho en eso, al hacer mentalmente más aceptable que muchos soldados dieran la espalda a los juramentos que hicieron. Un último empujón para muchos de ellos.

Muchos de ellos decidieron que ambos bandos podían irse a la mierda por igual y abandonaron los barracones, dejando atrás su equipo e intentando volver a casa antes de que llegara el frente.

Saliendo del escenarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora