Elliot Sosa me deslumbrada cada vez que hablabamos.
Sin buscarlo había encontrado al hombre perfecto, al hombre perfecto para mí.
Sabía tocar el piano, aplicado en los estudios, se ejercitaba, comía saludable, le gustaba la astronomía, etc. Me escuchaba siempre y respetaba mis opiniones, se comportaba como un ser pensante y con sentido común.
Viviamos nuestro noviazgo ligeramente incómodos, pero nuestros amigos nos ayudan a aligerar el ambiente. Elliot y yo hablabamos de todo, o casi todo. Una fría mañana de junio le quise contar un acontecimiento de mi vida, pero sentí que me culparía y que me vería raro.
Le dije que había cambiado de opinión y que no podía decirle eso.
Elliot Sosa se enojó, me gritó:
"YO NO QUIERO ESTAR CON ALGUIEN LLENA DE SECRETOS"
¿En verdad era tan mala novia?
Elliot Sosa me terminó un par de semanas después de haberme propuesto que fuera su novia y yo solo me puse a llorar cuando él ya no estaba cerca mío. Continué con mi día sin nada más que decirle, sin mirarlo y sin acercarme a donde él fuese. Mis amigas empezaron a sospechar de que algo iba mal y optaron por preguntarle a él, mientras yo observaba de lejos esperando que no pensara que yo las envié.
Al terminar la última clase, Elliot Sosa me siguió fingiendo demencia y cuando se sentó a mi lado en el transporte público me empezó a hablar. Cuando llegó la hora de que yo baje, él también bajó y yo solo lo miré esperando una explicación.
Elliot Sosa me pidió volver y una disculpa, porque era consciente de que no podía hacer lo que hizo y esperar que yo vuelva encantada con él. Explicó sus motivos y basicamente era inseguridad y desconfianza, me pidió hablar la mañana siguiente y yo respondí que estaría ocupada haciendome la enojada, aunque en el fondo quería que volvieramos, después de todo no soy tan mala novia ¿no? es decir, puedo ser la mejor la novia que podrían desear ¿cierto?
Yo le dije que podíamos hablar ese mismo rato y que solucionaría el problema de desconfianza contandole el secreto.
Elliot aceptó y escuchó pacientemente el relato. Su cara pasó por varios estadíos. Al final puso una mano en mi mejilla derecha y con la otra tomó mi mano.
"Deberías hablar con tus padres sobre esto"
Obviamente yo no iba a hacerlo, si no lo había hecho antes, menos lo haría en ese momento.
Generar un problema familiar no era algo que me gustara y eso pasaría si yo dijera que mi primo, aquel con el que volvía del colegio desde que tenía 12 hasta que cumplí 14, me besaba y tocaba cuando nadie nos veía, hasta que se fue a otro país con su hermana mayor. No volvimos a hablar al respecto. Aunque el tema aún es un terreno oscuro y sin sendero por el que caminar, tengo idea sobre lo que pasó y ya no me culpo como en ese entonces.
"Está bien, si así lo quieres"
Elliot Sosa me dejó en la puerta de mi casa y me dió un beso. Había mejorado en eso.
Tal vez no mencioné esto antes, tengo 17 años y Elliot 19, y a veces me sentía culpable por ser la primera vez de Elliot en muchas cosas y en cambio él no era mi primera vez en casi nada. No había tenido una relación seria hasta el momento, pero si había tenido fugaces romances durante mi adolescencia en el colegio y solo había sentido algo muy fuerte por August.
A pesar del corto tiempo de nuestra relación (menos de un mes), Elliot me dijo que siempre soño con casarse con su primera novia.
Yo era su primera novia...
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Todo es azul
Teen FictionEl desorden de mi mente es el resultado de tu presencia, Elliot