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Antes que nada, esta historia tendrá una severa diferencia de edad entre la prota y Levi, si les molesta no lo lean.

/la caída de Shiganshina y secretos revelados/

~Maya Ross~

Estaba en mi casa, jugando a bailar con mi madre y Mellizo, mientras mi padre arreglaba algunas cosas en su taller; Mi padre era carpintero y mi madre, no lo sé, ella solo me decía que tenía un super trabajo en el cual viajaba mucho, pero que lo dejo cuando se enteró de que estaba embarazada de mi hermano y de mí.

Matthew: ¡Maya! ¡mira esto! -Llamo mi atención haciendo una pirueta mi hermano.

Maya: ¡Wow! ¿Me enseñas? -Pregunte con mis ojos abiertos a más no poder, él rio.

Matthew: ¡Si me alcanzas! -Me reto, comenzando a correr mientras yo lo perseguía.

Sara: ¡Niños con cuidado! -Nos pidió  mamá mirándonos con una sonrisa.

Alan: Háganle caso a su madre niños -Ordeno abrazando con gentileza a mamá.

Maya/Matthew: ¡Si mamá, si papá! -dijimos y continuamos corriendo.

Un gran escándalo comenzó, rocas caían del cielo. Al voltear estaban unas bestias gigantes con apariencia humanoide, Titanes, por lo que había leído en algunos libros que mamá nos ocultaba; Mi hermano me tomo de la mano, corrimos hasta nuestra casa con todas nuestras fuerzas, pero lo que vimos nos dejo estupefactos. Nuestra casa estaba aplastada, se veía la mano de mi padre y mi madre estaba bajo una biga, agonizando.

Sara: Mis niños corran -Decía con pocas fuerzas- Corran por favor, sálvense -Nos suplicó con lagrimas en sus ojos- Tomen esto, muéstrenlo y ordenen que los lleven con Erwin Smith -Exigió dándonos una carta- Sabía que este día llegaría, sabía que nos les podía ocultar la verdad por tanto tiempo. Los amo -Dijo como ultimo aliento, mientras acariciaba nuestras mejillas dejándolas con su sangre.

Maya: ¡MAMÁ! ¡MAMI NO TE MUERAS! ¡MAMITA! ¡POR FAVOR NO ME DEJES SOLA MAMI! -grite llorando, mi hermano también estaba así, pero una roca que cayó cerca de nosotros lo sobresalto, yo solo estaba llorando.

Matthew: Maya tenemos que irnos -dijo con la voz quebrada y tomando mi brazo.

Tome el dije de mamá entre mis manos y el anillo de mi papá se lo entregue a mi hermano, el me miro y me abrazo, por lo menos tendríamos algo de ellos, para no olvidarnos, para después irnos a donde estaban corriendo las demás personas, al llegar habían unos barcos que nos llevarían al muro Rose pero todos estaban muy llenos, a causa de todas las personas que entraban a tumultos, me quede mirando sintiendo como mis esperanzas se rompían y caían como vidrios destrozados.

Soldado: ¡No hay más espacio! -Sentencio y nos miró con lastima- lo siento niños -Se disculpo.

esto no podía ser así...no podía morir, mamá nos pidió que sobreviviéramos, no puedo morir por que la decepcionaríamos. Un recuerdo vino a mi mente La carta debía ser algo importante.

Maya: ¡Déjenos pasar y llévenos con el comandante Erwin Smith! -Ordene con voz firme, creí ver y sentir como mi madre me acariciaba la mejilla con un mirada orgullosa. 

El soldado tomo la carta, a medida que iba bajando sus expresiones eran cada vez más de confusión y asombro puros. Al vernos a mi mellizo y a mi sus ojos estaban casi fuera de sus orbitas.

Soldado: Suban -tino a decir en un murmuro, antes de aclarar su garganta- Y tomen la carta, entréguensela a un soldado, este los llevara con el Comandante -Dijo con voz firme, subimos todas las personas que estaban allí parecían devastadas, horrorizadas y sumamente desorientadas, sin embargo, solo un niño tenía la misma mirada que tenía mi hermano y, probablemente, yo, venganza.

Levi Akerman y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora