Solo extrañando el hecho de que te fuiste

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"Nunca volveré a viajar contigo, ¡conduces como un loco!" Porchay exclamó una vez que estuvo a salvo en tierra firme.

Wik lo había llevado a la escuela en su moto y Chay había escondido su rostro contra la espalda de Wik todo el tiempo. Su agarre se había ido apretando cada minuto alrededor de la cintura del hombre mayor, todo porque el hombre mayor conducía como un maldito maníaco .

Wik rió, bajándose de la bicicleta. "Ven aquí, bambi", gritó, estirando los brazos hacia el hombre más joven que tenía los brazos cruzados sobre el pecho y estaba parado a unos metros de él, tratando de mantener la distancia.

Chay lo fulminó con la mirada, pero tampoco se movió para irse hacia su campus.

Wik suspiró, con expresión divertida todavía en su rostro, y se acercó al más joven, agarrándolo por la cintura y tirando de él hacia adelante, contra sí mismo. "Trataré de ser más cuidadoso más tarde, ¿está bien?" Dijo, sosteniendo al malhumorado joven cerca de él.

Chay resopló, "Bien". y luego se inclinó hacia adelante para unir sus labios.

Wik tarareaba contento contra los labios del joven, presionando con firmeza, pero conteniéndose de hacer algo más para no perder el control en público, o tener una sesión de besos en público, sin saber si el joven estaría de acuerdo con eso.

Cuando se alejaron, Chay había dejado un rápido beso contra los labios del mayor nuevamente, aunque esta vez solo tratando de colocar un beso contra el labio perforado en su labio inferior, ganándose una risa divertida.

“Adelante, bambi, o tendré la tentación de quedarme contigo”. Wik bromeó.

¡No me importaría! ¿No puedo quedarme aquí y besarte en su lugar?

Wik gimió ante los grandes ojos de ciervo que lo miraban esperanzados con los labios enrojecidos. Maldijo y apartó la mirada con fuerza. "Por mucho que me gustaría eso, bambi, tienes que ir a clase".

Chay solo hizo un puchero ante eso, "Meanie". Dijo con una mirada penetrante al mayor antes de alejarse de su agarre.

"¿En serio?" Wik suspiró.

“ En serio .” Chay repitió en respuesta, su tono mezclado con sarcasmo, y se giró para dirigirse a su clase.

Wik se limitó a sacudir la cabeza con cariño ante el hombre que se retiraba, sintiendo el amor enconarse en su pecho.

*-*-*--*-*-*

La clase pasó lentamente para Chay.

Una clase que alguna vez disfrutó.

Pero ahora, con la forma en que su vida se había puesto patas arriba, las clases se sentían... lentas.

A pesar de eso, se quedó. Solo porque las cosas que sucedieron recientemente en su vida habían cambiado la forma en que se sentía y pensaba, no quería renunciar a su sueño de convertirse en organizador de bodas, ignorando el pensamiento intrusivo de si su sueño se haría realidad ahora que había dos amantes que formaban parte de una familia criminal. No quería pensar en eso, así que se distrajo tratando de procesar lo que decía su profesor.

En general, era una clase normal, no pasaba nada extraño y las cosas iban bien, hasta que salió de la clase y se dirigió a la entrada principal del campus donde... Ken lo esperaba frente a un familiar auto negro.

No Wik con su moto.

"¿Dónde está Wik?" preguntó Chay mientras se acercaba al guardaespaldas; el hombre lo había dejado antes y había prometido recogerlo, así que... ¿dónde estaba?

Dos por uno, uno por dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora