Jardin De Rosas < Adaptacion3

<7>

-Hermano- Hyunjin lo miró desesperado.

-Si- Chan contestó seco.

Lo normal al llegar a casa sería, incluso aún lejos de la propiedad, sentir esa aura de paz que Changbin provoca hasta varios metros lejos de donde está.

Pero para el momento en que Hyunjin y él pusieron sus pies en el suelo fuera del auto les extraño no sentirlo.

Los chicos sabían que tenían prohibido salir si ellos no estaban cerca, incluso aunque en el pueblo viviera mayormente gente la manada eso no lo hacía un lugar seguro para un embarazado y un omega hombre.

-Jeongin está dentro- Hyunjin seguramente pudo sentir a través de su lazo que Jeongin estaba cerca- Lo siento inquieto.

-Vamos dentro- Era raro que Jeongin esté pero que no puedan percibir a Changbin.

Chan entró en pánico cuando notó que el cristal de una de las ventanas estaba roto y la puerta estaba abierta.

Olfateó el aire, dos cambia formas tigre habían estado en la casa, pero por lo leve de su aroma ya no estaban ahí.

-Mierda- Escucho a Hyunjin decir y al buscarlo lo vio parado frente al cuerpo muerto del cocinero Park.

Su corazón dolió por la pérdida de un querido amigo.

Corrieron escaleras arriba esperando no encontrarse con otra perdida. Su despacho, el cuarto de la señora Xiao y el de Hyunjin estaban vacíos.

- ¡Jeongin! - Gritó su hermano con voz melancólica.

- ¡Hyunjin! - Ambos corrieron hasta llegar al cuarto de Changbin- En el armario, la llave está en el florero.

Hyunjin volteó el forero en la cama y sacó la llave para liberar a Jeongin, su hermano lo tomó entre sus brazos desesperado.

-Bajo la cama- Jeongin ordenó y Chan pudo ver que había un cuerpo- ¡ayúdala primero!

La señora Xiao aún vivía y Chan inmediatamente envío un mensaje a la ambulancia del hospital paranormal más cercano.

Maldito Minho justo debía andar de viaje.

- ¿Qué pasó mi amor? ¿Están bien tú y Bae? - Hyunjin evaluó a su pareja.

-Estoy bien, Changbin me metió acá y luego trajo a la señora Xiao ¡No lo veo desde entonces! - Jeongin comenzó a llorar desesperadamente.

Chan corrió escaleras abajo, busco en cada cuarto de la casa esperando ver a Changbin en alguno.

- ¡¿Alfa Bang?! - La característica y chillona voz de MinKi lo llamó desde la cocina.

Vio como la puerta del horno se abría Y Chan corrió para abrazar al pequeño.

- ¡Alfa! Se lo llevaron, oí que se lo llevaron ¡Dijeron que se harían ricos con él! - MinKi lloraba desconsolado.

- ¿A quién? ¿A quién se llevaron? - Preguntó con él corazón en la mano y el peor presentimiento.

-¡A Changbin!- Confirmó el pequeño- Me metió aquí y luego se lo llevaron.

El lobo de Chan aulló dentro suyo, y le reclamó por no proteger a su compañero de quienes querían lastimarlo.

La ambulancia se llevó a la señora Xiao, unos paramédicos revisaron a Jeongin y MinKi quienes no mostraron síntomas de nada preocupante.

Chan estando en la sala se sintió furioso.

Pateó las sillas, golpeó cuadros y lanzó contra la pared un marco de cristal en un inservible intento de apaciguar su enojo.

- ¡Hermano detente! - Hyunjin quiso pararlo.

- ¡Lo tienen joder! ¡Tienen a mi compañero! - Gritó a todo pulmón su frustración y se lanzó al suelo sobre sus rodillas.

- ¿Qué dijiste? - Jeongin lo tomó por el brazo- Repítelo Chan.

-Tienen a mi compañero, se llevaron a Changbin, se lo llevaron lejos de mí y no sé qué le puedan estar haciendo ahora mismo ¡Es todo mi culpa!

Hyunjin y su pareja debían estar sorprendidos por su confesión, le daba igual que supieran, toda la mierda le daba igual porque ahora solo podía pensar en que estarían tratando de hacerle a su hermoso bebé.

-Cha-Chan- Jeongin lo llamó.

Se dejó abrazar por su cuñado, y lloró, así como un niño perdido, lloró porque no sabía que hacer ahora.

Quería tener a Changbin con él, ver sus hermosas pequitas adornando su rostro sonrojado. Quería oír su grave voz mientras le contaba historias.

Debía encontrarlo, tenía que buscarlo hasta en el último rincón y traer a su compañero a su lado donde pertenecía prometiéndose que jamás nunca alguien lo alejaría de su lado o lo lastimaría.

-Lo vamos a encontrar, te lo prometo hermano- Hyunjin lo calmó- Changbin es fuerte, el resistirá hasta que lo traigamos aquí.

En ese momento algo se encendió dentro suyo, las lágrimas pararon y la pena se volvió odio.

Los iba a matar, los iba a despedazar, hacerlos añicos con sus propios colmillos a quienes se atrevieron a ponerle un dedo encima a su dulce compañero.

Subió hasta su despacho y buscó los números de sus mejores rastreadores, también los peleadores, ellos vivían tranquilamente en el pueblo pero cumplirían con su deber en la manada ayudándole a encontrar a Changbin.

Ahora mismo empezaría la búsqueda, cada segundo era importante en esta situación.