Capitulo 1: El Reencuentro.

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5:00 am

La alarma siempre me irrita, pero de algún modo debo levantarme y creo que una canción más suavecita lo único que lograría sería ponerme a dormir y hacer que pierda mi trabajo, y esa no es la idea, las cuentas y los recibos no se pagan solos.

Me levante y salí de mi habitación para ir directo a la de mi hermano, sin golpear la puerta entre y lo moví desesperadamente para lograr que se despertara. Cuando conseguí que abriera los ojos salí de la habitación hacia la cocina, para empezar a preparar el desayuno mientras mi hermano se arreglaba.

—¡¡RELEVO!! — grito mientras llegaba a la cocina.

—No grites animal mi mamá está dormida — salgo de la cocina en dirección a mi habitación para comenzar a cambiarme.

En el camino hacia mi habitación volteo hacia la pared izquierda del pasillo y visualizó una fotografía de la familia completa; en esta misma aparece ella, hermosa y con una gran sonrisa, pero abrazándolo a él.

— ¿por qué te quedas mirando siempre esa foto? — me asusta. Mi mamá al parecer se despierto por el grito de mi hermano. Le voy a pegar por inoportuno. — no fue Felipe quien me levantó, simplemente no tenía más sueño así que ni siquiera pienses en pegarle a mi bebé — me mira con los ojos entrecerrados.

— no pensaba en pegarle mamá — le miento. — pero aún así me asustaste, deberías tratar de dormir otro poco, sabes que vas a estar sola con Teo hasta que Felipe llegue.

—  en primer lugar Teo es una gran compañía, y en segundo lugar alguien tiene que arreglar el desorden que dejan en la cocina ustedes, entonces no me digas que duerma mas bien ve a bañarte y arreglarte que se te esta haciendo tarde. — termina con la mirada fija en el reloj de pared a mi derecha. — no me respondiste la pregunta Erika.

Miró la hora y todavía tengo tiempo pero la idea de decirle a mi mamá sobre mi flechazo con Carolina, la novia de mi primo, me hace exagerar.

— ¡¡VOY TARDEEE!! — salgo corriendo hacía mi habitación, cerrando la puerta con llave.  Me baño, me cambio y alistó mis cosas.
Tengo 20 minutos de sobra, por lo que salgo y voy al comedor, donde mi desayuno y mi hermano me esperan para irnos.


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El desayuno no fue la gran cosa y la verdad no hablamos, mi mamá estaba viendo las noticias y mi hermano estaba en el celular. Cuando salimos lo deje en la esquina de siempre y empeze a caminar hacia la parada del bus, gracias a Dios a estas horas no hay mucha gente que tome ese transporte por lo que pude sentarme hasta llegar.
Algo muy rutinario mío es que pienso en ella cada momento libre que tengo, no es algo saludable, pero no puedo evitarlo. Quisiera saber que esta haciendo, si esta bien o simplemente escuchar su voz. Me encantaria pobrar sus labios o solo sentir su calor, poder agarrar su mano entre las mías y cuidarla, protegerla y amarla. Ya me resigne a no tenerla, ahora solo vivo por vivir; durante mucho tiempo traté de olvidarla usando otras personas y eso de por sí estaba muy mal, jugar con alguien no es bueno, por que le haces daño y te haces daño, le prometes cosas y le ilusionas para luego darte cuenta que todo fue falso y que nunca conseguiste olvidarla y solo estabas con esta persona de pasatiempo.

— llegas más temprano de lo usual, ¿paso algo? — me pregunta alguien a mis espaldas.

— ¿Mmm? — volteo, aún con mi mente en otro lugar, para ver a la persona que me hablaba — perdón, estoy pensando en otras cosas; ¿como estas cariño?.

— Sobrevivo por pura ansiedad — me responde cabisbaja. Suelto una risa y le sigo el juego.

—¿con el nudo en la garganta? — le preguntó, mientras me quito la camiseta quedando en sostén.

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