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TRES DIAS HABIAN PASADO EN LOS que Harry no había despertado.
Constantemente los Weasley molestaban a Elizabeth de que se había quedado viuda y tenían que conseguirle un novio nuevo, pero la chica siempre terminaba corriendo detrás de ellos para que dejaran de hacerla pasar vergüenzas.
Cuando Ron, Hermione y Elizabeth se enteraron que Harry había despertado fueron corriendo hacia la enfermería, pero la señora Pomfrey no los dejaba pasar ya que decía que Harry necesitaba descansar.
Rogaron y rogaron...hasta que los dejo pasar solamente por cinco minutos.
—¡Harry! —exclamaron sus mejores amigas lanzándose a sus brazos.
—Hermione. ¡Oh! ¡Me duele la cabeza! —se quejó Harry, con un dolor fingido. Hermione golpeo el brazo del chico de forma divertida, entendiendo la indirecta, el solamente quería un abrazo de Elizabeth en ese momento.
—Harry, te extrañe demasiado —dijo Elizabeth con mucha alegría.
—Todo el colegio habla de ello —dijo Ron—. ¿Qué es lo que realmente pasó?
Fue una de esas raras ocasiones en que la verdadera historia era aún más extraña y apasionante que los más extraños rumores.
Harry les contó todo: Quirrell, el espejo, la Piedra y Voldemort. Ron, Elizabeth y Hermione eran muy buen público, jadeaban en los momentos apropiados y, cuando Harry les dijo lo que había debajo del turbante de Quirrell, Hermione gritó muy fuerte y Elizabeth no puedo evitar reír por el susto de Hermione.
—¿Entonces la Piedra no existe? —dijo por último Ron.
—¿Flamel morirá?
—Eso es lo que yo dije, pero Dumbledore piensa que... ¿cómo era? Ah, sí: «Para las mentes bien organizadas, la muerte es la siguiente gran aventura».
—A veces no entiendo lo que ese hombre dice...
—Te entiendo, Elizabeth, ya somos dos...—dijo el pelirrojo— Siempre dije que era un chiflado.
—¿Y qué os pasó a vosotros dos? —preguntó Harry.
—Cuando volví, Elizabeth y Ron ya no estaban —dijo Hermione.
—Desperté a Ron y encontramos la manera de regresar —siguió contando Elizabeth desde su punto de vista—, lo lleve a la enfermería y cuando salí de la enfermería me encontré con Hermione, entonces juntas fuimos a la hechicería para comunicarnos con Dumbledore, fuimos las dos porque me daba miedo ir yo sola. Pero lo encontramos en el vestíbulo de entrada, y él ya lo sabía, porque nos dijo: «Harry se fue a buscarlo, ¿no?», y subió al tercer piso.
