AMANTES ~CHANLIX

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Cada mañana era la misma rutina, levantarse exactamente a las seis de la mañana y empezar su día con algo de pereza.

Al levantarse observa el cuerpo de su esposa en la otra cama, como siempre Sana yace desnuda en aquella cama y solo la mitad de su cuerpo es tapado por las finas sabanas.

Chan simplemente rueda lo ojos y va a hacer su rutina de cuidado personal, unos minutos después sale ya bañado y con la bata ya puesta.

Entra a su clóset y se pone uno de los finisimos trajes que cuelgan de las paredes, arregla su cabello y finalmente se coloca algunas joyas y algo de perfume.

Sale de ahí encontrándose a su esposa pasear por la habitación desnuda, simplemente ya estaba harto de aquella mujer.

Sn: Buenos días amor, como dormiste? — la típica pregunta retórica.

Bc: Podrias vestirte e ir a levantar a los niños? — respondió fastidiado.

Sana simplemente bufo y rápido se puso su camisón, sabía prácticamente que ella no iria a levantar a sus hijos así que como siempre el era el encargado de hacerlo.

Paso al cuarto de su hija mayor y la encontró todavía dormida.

Con cuidado se acercó y la movió un poco.

Bc: Jieun despierta — susurro.

La chica poco a poco despertó y miro a su padre.

I.U: Buenos días papi — se levantó y estiró su cuerpo.

Bc: Buenos días hija, levantate o llegaras tarde.

I.U: Ay papá, hoy es jueves estos días tocan clases estúpidas, podría faltar?

Bc: Claro que no, ya faltaste dos días esta semana, si sigues así no lograrás pasar de grado.

I.U: Ni que fuera importante que pase de grado, después de todo heredare toda tu fortuna y me casare con un hombre rico para que me mantenga.

Bc: Si sigues así no te compraré aquel vestido que viste en el centro comercial.

I.U: Pero papá!! — renegó.

Bc: Sin peros obedece.

I.U: Ash, a veces te detesto — se levantó furiosa y fue a su baño a arreglarse.

Chan suspiro, por que sus hijas sacaron aquel pensamiento de su madre.

Fue al cuarto de Jennie y lastimosamente paso lo mismo, sus hijas no querían ir a la escuela ya que pensaban que iban a heredar todo de el y además iban a conseguir marido rico.

Pero nada que una amenaza de vestidos o joyas no resuelva.

Cansado fue al cuarto de su último hijo, por suerte Soobin ya estaba arreglado y listo para la escuela.

Sb: No tenias que venir papá, yo se prepararme solo.

Bc: Gracias hijo, realmente me ahorras el trabajo.

Soobin vio las ojeras de su padre y se preocupo, sabía lo narcisistas e interesadas que eran su madre y sus hermanas, pero el no era así, sabía del esfuerzo que hacia su padre y no iba a desperdiciar el dinero que el invierte en sus estudios.

Una vez listo ambos bajaron a la cocina donde ya las otras personas estaban ahí.

Y ahí otra rutina, sus hijas y esposa empezando con sus exigencias.

Que una nueva bolsa, unos cuantos vestidos, nuevas joyas, viajes, un nuevo celular.

Todo esto ya abrumaba al mayor así que solo las escucho y no respondió nada, ya había cambiado las contraseñas de las tarjetas así que no tenía por que preocuparse.