1 omega, 1 interno

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Donghyuck había estado visitando la empresa de Mark por varios días, últimamente estaba muy sensible y lo ponía triste no estar cerca de sus alfas, así que mejor idea que ir con ellos al trabajo, después de todo, ahí también está Jeno.

Un día, Hyuck pensó que sería buena idea ir a dar una vuelta por el edificio, hace mucho que no iba y como no tenía nada que hacer pues no había problema, después de todo no le podían decir nada.
En su camino, encontró oficinas en las que la gente parecía vivir en puras prisas, el otro lado del edificio era diferente, todo era música y felicidad, mientras que en este todo era muy diferente, no le gustaba.

— ¿¡Qué te he dicho sobre manejar las redes sociales de Soyeon?!, ¿¡Sabes lo mal que nos irá por filtrar el nuevo comeback?! — La voz de aparecer un alfa resonó en más oficinas, todo parecieron ser afectados por esta pero Hyuck no, era potente pero no lo suficiente para hacer bajar la cabeza.

El instinto chismoso de Hyuck lo llevó hasta el lugar del regaño, encontrando a un chico de estatura media contra un señor que le dobla la edad, el pobre estaba siendo regañado y Hyuck no pudo sentir cierta empatia por él.

— Disculpen, ¿Todo está bien? — El supuesto alfa miró a Haechan con desprecio, era obvio que Hyuck era omega, sin embargo, no era razón para tratarlo de esa manera, ni a él, ni al pobre interno.

— ¿Eres nuevo? ¿Por qué no estás haciendo tu trabajo?... El CEO nos va a matar si no arreglamos el error de este estúpido... — La mirada de Hyuck cambió drasticamente, ¿Quien era ese beta para andar tratando a los demás como si fuera un alfa? No lo malentiendan, los betas le caen muy bien pero este era otro caso, le caía mal y ni lo había tratado por más de 1 minuto.

— Oye, ¿A quién crees que estás tratando así?... No me gusta usar estas palabras pero, ¿Por lo menos sabes quien soy? — El beta miró burlón a Hyuck mientras escuchaba las palabras del omega, el beta podía llevar 10 años en la empresa si quería, pero su autoridad no sería más que la de Donghyuck. — No le sé, probablemente un estúpido omega que se cree mucho —

Todos en la habitación soltaron un suspiro de sorpresa, ¿Cómo era posible que su jefe no conociera al omega más poderoso de ahí? Sin duda era un despido inmediato.

— Disculpa, cariño, ¿Cuál es tu nombre?... — Hyuck volteó a ver al interno, su voz era totalmente diferente, más suave y comprensiva, solo las personas amables podían disfrutar de este beneficio.

— Yangyang... Liu Yangyang — El pobre interno que parecía ser un alfa, bajo la mirada ante la imponente presencia del omega, Yangyang no iba a negarlo, Donghyuck era tan hermoso que su belleza le intimidaba, imponia tanto poder que fue imposible no enamorarse del omega.

Una discusión terminó ocurriendo entre el alfa y el omega, intentando descifrar quien tenía la razón, todos sabían que el omega era el ganador, pues no había bajado la cabeza en ningún momento en el que el alfa uso su voz de mando, prácticamente lo había puesto en su lugar y sus almas chismosas estaban satisfechas con lo sucedido.

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Una hora después, Haechan y Yangyang se encontraban caminando por todo el edificio, compartiendo chistes sin sentido y unas galletitas de chocolate que el alfa le había ofrecido. Yangyang no sabía si Hyuck ya tenía pareja, pero eso no importaba, tenía una admiración tan grande por el omega que podía verlo por horas y horas, aún así, no existía la confianza suficiente para preguntarle si tenía pareja.

— Sunbae, ¿Cómo hizo para no mostrar miedo ante el jefe Kim? Soy alfa y me da miedo... siempre quiere golpear a todos, por un momento pensé que me iba a despedir — Hyuck sonrió ante su pregunta, todos le preguntaban eso y aunque a veces le era molesto, Yangyang lo había preguntado de manera tan suave que no se molesto, Yangyang era tan tierno.

— Bueno, mi hermana es alfa y me enseñó que no tengo porque doblegarme ante la voz de un alfa, todos estamos al mismo nivel, no hay porque poner jerarquías... Solo tienes que verlo como un alfa tontito que no sabe aprovechar su poder de manera sana, por lo menos esto le enseñará en no aprovecharse de sus empleados... si es que vuelve a trabajar.

Yanyang quedó más que encantado con las palabras del omega y con el omega, era tan especial que su estómago se revolvía con mariposas, se sentía como una niña colegiala y eso que tenía la misma edad que Hyuck.

El amor y sus efectos.

— ¡Oh, ya es tarde! Hyung debe de estar buscándome... Nos vemos luego, Yangyang, ten, este es mi número por si otra situación como esta vuelve a suceder, ¡Adiós!

— A-adiós...

Hyuck se fue corriendo del lugar, dejando a un Yangyang emocionado, sonrojado y feliz por tener el número de su cruz.

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