Capítulo 5; Sangre Caliente.

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- Que hermoso es Manisa - Caminaba por el jardín siendo acompañada por Fidan - Ahora entiendo porque Nurbanu estaba tan enojada - Reímos divertidas

- La verdad es que sí, extrañaba este lugar -

- Es cierto, ya estuviste aquí antes - Ella Asintió y colocó su mano en mi pequeño vientre

- Estuve aquí cuando el Príncipe vino por primera vez - Ella miraba con ternura mientras acariciaba - Y cuando tuvo a sus primeros hijos, pero usted ya sabe esa historia - Sonreí y seguimos caminando

- Siempre me he preguntado, ¿Porque siempre me cuidas? - Me miró confundida - No me malinterpretes, no es que me moleste, pero cuando te conocí por primera vez pensé que estarías del lado de Mihrünisa - Fidan sonrió

- He conocido a cada una de las favoritas del Príncipe, se reconocer a una sincera, aunque la Kadin no me moleste y no la culpo de nada, pero debo admitir qué todos nuestros problemas más graves vinieron con ella - Asentí pensativa - Eres distinta a cada una de ellas, llenaste el palacio de risas y alegría - Sonreí con cariño

- Escuché por muchas personas lo desafortunado que era el Príncipe, como siempre era perjudicado, y ahora todos quieren volver a acercarse a el - Nos sentamos en una pequeño banquillo

- El Príncipe Mustafá siempre ha demostrado ser muy valiente, pero se guardaba si dolor y coraje en su interior, cada hijo que tenía lo perdía, llegó un momento en que pensó que estaba hechizado -

- ¿Que?, Eso no me lo habían contado -

- No es algo que nos guste recordar, antes de que llegarás y cuando el Príncipe fue exiliado, el Príncipe Mustafá se encerró por días en sus aposentos - Mire al suelo pensativa, ni la Sultana ni el Príncipe me contaron eso - No salía, no probaba ningún bocado de comida, se había rendido completamente...el Sultán nos quitó su apoyo y financiamiento, ya sabes Amasya es una provincia muy grande e importante, aunque no lo parezca -

- Todo cayo sobre su espalda - Ella Asintió nostálgica

- Fueron tiempos oscuros, la Sultana Mahidevran hacia todo lo posible para sacar adelante al Príncipe, nunca lo dejo solo, he incluso ayudo en los asuntos de la provincia - Sonreí impresionada - Aunque la Sultana Mahidevran parezca que solo le importa las apariencias, el dinero y joyas, la realidad es que es muy amable, claro ella no niega que cometió errores y que fue por un tiempo muy vanidosa y orgullosa -

- Pero de los errores se aprenden, la Sultana trata de ser mejor cada día, por eso se ha ganado el respeto y cariño de todos -

- Todavía se arrepiente de sus acciones en el pasado, tiene en su interior su propia pena y castigó -

- La Sultana no es un ángel, pero intenta compensar sus pecados - Tome su mano - Y eso es gracias a ustedes - Me miró confundida - Ustedes le han sigo leales en todo momento, cuando la oscuridad llegó no lo abandonaron y eso la hizo comprender que debe demostrarles que los aprecia - Fidan sonrió avergonzada

- Gracias Sultana, es agradable escuchar eso - Sonreí divertida al ver su cara sonrojada

- Sultana - Mire al Aga - El Príncipe desea verla en sus aposentos - Asentí con una sonrisa

- ¿Me acompañas Fidan? -

- Claro que sí Sultana - Comenzamos a caminar riéndonos entre nosotras, la verdad es que Fidan es una gran amiga y confidente, no se que habría echo sin su apoyo y consejos

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- ¡¿Cómo puedes decirme eso Canfeda?!, ¡Se supone que me eres leal! - La mire furiosa

La luz de mis ojos (Príncipe Mustafá) - [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora