Mío

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JK POV

Han pasado tres semanas desde que hice el arreglo con Jimin para sus servicios. Sin embargo, en el camino y con cada día que lo veo, siento algo que se sale de mi control y que crece sin medida.

No, espera, eso es mentira.

Sabía que estaba allí, pero opté por ignorarlo. No podía dejarlo entrar. Porque dejar entrar a Jimin y admitir que me importaba más de lo que debería, nunca funcionaría porque entonces no solo lo querría por sus servicios, lo querría a él .

Las cosas empezaron a cambiar alrededor de nuestra segunda semana juntos. Empecé a notar cosas sobre él. Las pequeñas cosas, como cómo sonaba su risa, lo linda que era su sonrisa torcida e incluso lo apasionado que era en nuestras discusiones. Por esas conversaciones, me di cuenta de que había recibido una educación adecuada. Demonios, a veces sonaba tan inteligente que comencé a cuestionar su coeficiente intelectual. Las cosas que decía eran a veces más sabias que las de mis propios alumnos. Sonaba como si pudiera superarlos en cualquier discusión. Me encontré queriendo alcanzar un diccionario o investigar algo que había dicho a veces. ¡Él podía seguirme el ritmo en cualquier tema y solo tenía veinte años!

¿Quién era Jimin?

Otra cosa que intenté fue ponerlo a prueba. Quería saber si yo era el único que se sentía así. Pero por su reacción y la forma en que lo atrapaba mirándome a veces, sabía que no era el único que estaba lidiando con esto. Él también sentía algo por mí.

Si tan solo supiera lo ansioso que me ponía cada vez que teníamos que encontrarnos. Cómo no podía esperar a salir del trabajo para verlo. Cómo corría para llegar a donde estaba, dependiendo del tráfico. Cómo latía mi corazón cuando lo veía allí esperándome o cuando subía a mi auto y nos besábamos. Pero esas cosas, me las guardé para mí.

Con Jimin, me sentía libre. Me encantaba jugar con él y estaba tan caliente cuando estaba enojado. Quería follarlo hasta el olvido en esos momentos y algunas veces lo hice. No había nada como cabrearlo. La forma en que me lanzaba esas miradas de desaprobación cada vez que le compraba algo, me emocionaba. No entendía por qué lo hacía, pero salía del trabajo en mis horas de almuerzo y me iba de compras. En toda mi vida apenas y si compraba lo necesario. Sin embargo, fui de compras para él e incluso para mí y ahora tenía un armario repleto de ropa nueva porque no podía dejar de comprar cosas.

Nunca dije por qué lo hacía. En cambio, lo puse bajo el eufemismo de querer verlo con esa ropa en particular. Sabía que estaba usando su propia regla como un pase para hacer algo por él, pero por las miradas furiosas que me daba, sabía que era la decisión correcta.

Jimin es algo solo para mí. Es algo que nunca pensé que encontraría y algo que temía dejar ir. No quiero que este arreglo entre nosotros llegue a su fin. No quiero separarme de él. La noche en que dejé atrás esa fiesta y me perdí resultó ser la mejor noche de mi vida.

Él significa más para mí ahora de lo que sabe, y supongo que ya no quiero mentirme a mí mismo. Me preocupo por este hombre. Me gusta mucho Jimin alias Minie.

Me pregunto de dónde sacó ese apodo cariñoso. Minie. ¿Quién lo llamaba así? ¿Cuál era su apellido? Tendré que encontrar la forma de preguntárselo.

Hablar con Jimin sobre su pasado era lo más difícil. No quiere compartir nada. Si no hubiera perdido los estribos durante la cena, dudo que hubiera escuchado tanto como lo hice. Sin embargo, lo que he aprendido sobre él solo me ha dejado con ganas de saber más. Se saltó algunos de los conceptos básicos como su apellido, por ejemplo, y quiero saber eso. Quiero saber qué clase de padres le darían la espalda a una persona tan maravillosa. Lo empujaron fuera de su casa y lo dejaron a su suerte mientras lo trataban como si nada y todo porque es gay. Cualquier reacción negativa que me dé a partir de este momento o cuando dude de sí mismo, los culparé.