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"¿Y luego?" Dijo un chico del cual ni siquiera conocía el nombre, pero tenía un largo cabello color negro, y Yamagishi parecía muy atento a lo que decía. Suponía que era alguien importante dentro de la toman.
"Ah, no lo sé. ¿Qué tal si jugamos a la botella?" Esta vez si reconocía a la persona que estaba hablando.
No pudo evitar sentir enojo al ver a Yamagishi intentar ocultar su emoción viendo al líder de la toman hablar.
Hace mucho tiempo había dejado de emocionarlo ver a los diferentes integrantes de la toman y amigos de Takemichi, simplemente ya no era lo mismo desde que Yamagishi le empezó a poner más atención a eso que a su amistad.
"¿El juego de mierda que invento shinichiro?" Habló el de cabello lila. Ese si lo conocía, después de todo fue el que los adoptó en la toman.
"Ni siquiera lo invento, todos lo jugaban antes de que el le pusiera ese nombre."
"Callate, Kisaki."
"Bueno, no importa. ¿Hablamos del juego donde tenemos que tomar o besarnos?" Dijo Hanma mientras alejaba un poco al moreno de lentes del mismo tipo de cabello largo que había hablado hace unos instantes para que ninguno golpeara al otro.
"Hablamos del que nos besaríamos."
Mikey lo dijo con tanta tranquilidad que sólo pudo pensar que esa era una práctica normal en las fiestas de la toman y tenjiku.
Draken dio un golpe en la cabeza del rubio y alegó que la mayoría de ahí tenían pareja, no podrían jugar ese tipo de juegos. Makoto aprovecho la distracción para levantarse e ir a tomar aire, empezaban a disgustarle ese tipo de fiestas.
Cuando salió sintió que por fin podía respirar correctamente, todavía no terminaba de entender cómo Akkun y Takuya habían estado de acuerdo en empezar a ir a fiestas donde un 99% de las personas tenían más alcohol en el sistema que sangre.
Empezó a caminar sin rumbo alguno, cualquier cosa que no sea estar en ese lugar era mil veces mejor. Aunque le impresionó encontrar una plaza que estaba relativamente cerca de la casa donde estaban haciendo la fiesta. No la había notado cuando apenas llegaban o simplemente había bebido demasiado como para recordarla.
Se recostó en el césped y cerró los ojos, el olor a tabaco combinado con cosas que ni siquiera atinaba a reconocer había terminado por marearlo.
"¿Cariño?"
Se asustó un poco al escuchar una voz al lado de él.
"Ah, solo eres tu, Takuya." El rubio solo le dio una sonrisa y se recostó a su lado.
"¿Por qué te fuiste de la fiesta, amor?"
Una sonrisa se formó en su rostro a escuchar los apodos tan empalagosos que Takuya solía utilizar con el, incluso si era un secreto a voces de mizo, sabía que era el único al que el rubio trataba así. Ya ni recordaba cuando fue la primera vez que Takuya lo trató de cariño.