Te volveré Gay [YoonMin]

Capítulo 6 ♡

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YoonGi~

Decidí cambiar de look, un nuevo corte de pelo, y también me lo hice teñir de un rubio blanco. Recordé que hace un tiempo papá me había comprado un traje así que decidí utilizarlo por esta ocasión, sentía que iba acordé a la situación y me haría ver más guapo y no me equivoque.

Siempre dicen que un traje te hace ver más dominante y tienen toda la razón.

Salí de mi casa y veo a mis amigos afuera esperándome, no creí que vendrían, me sorprendieron auque me hicieron reír cuando empezaron a silvarme mientras reían a la vez.

___ ¡Whoa! ¿Y este guapo?___ Me chulea NamJoon___ Perfecto para conquistar a un chico___ Se burla.

___ Creo que yo ya me enamore___ Le sigue HoSeok soltando una carcajada.

___ Quien se tiene que enamorar de mi es JiMin, no tú tonto___ le doy un leve empujón riendo.

Les conté a mis amigos mi plan y en que consistía. Al principio no estaban de acuerdo ya que se dañaria aún más mi reputación pero poco me importa, si ya está arruinado, porque al final saldría yo ganador de esto.

Aún sin estar del todo de acuerdo, mis amigos me dijeron que brindarian todo su apoyo.

Mi plan de conquista se base totalmente en hacerle la vida imposible a JiMin y hacerle dudar hasta de su propia puta existencia y si se vuelve loco, mejor.

Siete días, bueno, amable para que empiece a confiar en mi.

Siete dias, romántico, mostrarme interesado en él, que crea que estoy enamorado de él y así también se enamore de mi.

Siete dias, un depravado que le exija todo de él hasta hacerle dependiente de mi.

Siete dias, estar distante y ya no interesado, confundirlo del porqué de pronto me alejo... empezará a perseguirme por todos lados.

Y por último siete días, empezando a ser su terrible pesadilla hasta hacerlo tan manejable y vulnerable que todo lo que diga y haga lo acepte como mi maldito marioneta, de mi y de toda la escuela.

Treinta y cinco días suficientes para arruinar su maldita vida por completo.

Y hoy es el día uno

(...)

Al entrar al colegio vi primeramente al director en la puerta principal y ya sabía que me esperaba una llamada de atención.

___ ¿Por qué viene con un traje que no corresponde a la institución?___ Pregunta directamente___ ¿Dónde está su uniforme?___ Me mira frinciendo el ceño. 

___ Señor director bueno días___ Saludo haciendo una reverencia___ Le ruego que por únicamente este día me deje ingresar al colegio usando este traje, y no el correspondiente uniforme escolar___

Como dicen por ahí. Los modales hacen al hombre.

El director acepto más bien, después de entrar me aleje de mis amigos para ir directo a mi objetivo. Cuando iba caminaba por los pasillos, me aseguraba de hacerlo con la frente en alto e ignorar si hay algunos comentarios hirientes o que me intenten menospreciar. Pero por lo contrario sólo veía que algunos disimuladamente me tomaban fotos, tanto mujeres y hombres, y escuchaba murmuros que decían:

"Que guapo"

"Se ve tan lindo con el pelo rubio"

"No creí que volvería"

"Si volvió"

"Creo que me enamoré"

Los murmullos seguían al igual que mis pasos y buscaba con la mirada a JiMin. Sonrió cuando al fin doy con él así que me acerco y veo como su expresión se vuelve de incredulidad y... miedo.

JiMin~

Ha pasado justo una semana desde lo ocurrido, y no he visto a YoonGi desde ese día. Los comentarios en los pasillos dicen que no volverá pero guardo la esperanza de que si lo hará y podamos aclarar está confusión.

Con Lisa las cosas creo que van bien, pero esa emoción que tenía antes no la tengo ahora, no se porque, tal vez sea porqué solo pienso en ese chico palido, la culpa me está matando.

Cuando iba caminando por los pasillos hacia mi casillero, mirando el suelo para no ver las miradas juzgadoras, pensando nuevamente en YoonGi. La culpa no deja de aplastarme cada noche y de día es como un recordatorio de lo que hice lo que me desanima y me trae de mal humor.

Pero me llama la atención muchos murmullos no disimulados por lo que levanto la cabeza encontradome al chico pálido, llamado YoonGi mirando hacia mi.

Se ve muy diferente que casi no lo reconozco, sino fuera por su piel pálida y ojos gatunos. Ahora lleva un nuevo color de cabello, de un rubio blanco, y con un traje más una sonrisa que demostraba altaneria que por más que disimulara se notaba, sus ojos parecían dos pistolas que me estaban disparando a cada parte de mi cuerpo, este era un claro ejemplo de:

"Si las miradas mataran"

La clara incredulidad aparece en mi auque el miedo no se queda atrás.

Dios ayúdame.