Nueva Luna. ~terminada~

☯ CAPÍTULO ESPECIAL☯

┍━━━━━ Esperanzas ━━━━━┙

Las lágrimas de Jungkook caían a las mejillas de su Alfa, su mate, el amor de su vida, de aquella en la que se imprimo, lamentaba no poder ayudarla, lamentaba no haber sido el mejor Mate y conseguir tenerla viva a su lado.

Besaba sus fríos labios, recordando los momentos importantes, si no la hubiese obligado ir a vivir con el, nada de esto habría pasado.

Deseaba volver el tiempo atrás, y desaparecer de su vida, verla a escondidas a pesar del amor que le tenía.

Su lobo compartía sus pensamientos, deseos y dolor.

Prefería mil veces amarla en silencio que tener ese desenlace tan terrible.

Se preguntaba cómo sobrevivía desde ahora, como se sobrepondria ante esa pérdida, ya no la sentía, ya no había felicidad o tristeza, ya no había preocupación ni dolor, ya no había nada en el vínculo.

— Alfa, debemos irnos. —dijo el anciano

— Vayan uds —dijo con la voz quebrada— yo me quedaré aqui.

— No puedes hacer eso Jungkook, tus hombres están heridos, tu hermano, —el volvió a verlo— tu hija te necesita.

— ¡¿Como lo haré sin Emma?! ... Uds no lo entenderán, nunca sabrán por lo que estoy pasando. —exclamo con notorio dolor— Yo la mate, la mate para que uds vivieran, y la verdad, ahora prefiero que todos mueran con tal de tenerla conmigo.

— ¡¿Y crees que eso le gustaría a Emma?! ... No hagas de su muerte un remordimiento, sabes perfectamente que ella lo sabía y así lo decidió... ¿Crees que le gustaría verte así? Vive por tu hija Jeon, por tu manada, por su recuerdo.

Jungkook trago aire pesado, el Alfa tenía toda la razón, volvió a ver el rostro inerte de Emma y la acarició con delicadeza.

— Cuidare de todos, Amor... Tu muerte no será en vano —sonrió arrepentido, la tomo entre sus brazos y la llevo a la casa en donde  ella había salido con anterioridad.

Busco su aroma, encontrando un cuarto, la recostó en la cama, arreglo su ropa y cabello y la dejó.

Parecía como si dormía, parecía como si aún esperaba por sus besos, y con el dolor de su corazón la dejo ahí.

Con un vacío y sin ganas transformó su cuerpo, hizo que subieran a Joel a su lomo y se fue sintiendo el poco aroma que quedaba de los pinos y las flores recién abriendo, a cada paso que daba se sentía más débil aún, ya no quería vivir sin ella.

Llegando de noche a la aldea, ordenó que curan a los heridos, la pesadez se sentía en el aire, Jungkook volvía a ser el Alfa frío y callado, los cachorros se le acercaron a verlo, en serio lo admiraban, pero con la oscuridad en sus ojos paso entre ellos sin tomarlos en cuenta.

Se encerró en su cuarto tomo una prenda de Emma buscando su aroma, quería torturarse por haber tomado esa maldita desición, jamás debió hacerlo, jamás debió terminar con su vida.

La Diosa Luna miraba el dolor del Alfa Jeon, lo había elegido desde que nació para esa misión, sabía que él jamás dudaría de lo que debía hacer, y quiso darle los mejores años junto a su mate, por esa razón, lo hizo imprimirse en ella, llenándolo de bellos momentos, aún así, le dolía verlo en una inmersa culpa.

Brillo con tal fuerza en su dirección, colándose por la ventana, que este lo noto.

— La amo, —le dijo— la esperaré toda una vida si es necesario, solo traerla de vuelta conmigo.