CONVENIENTE BETA. [NAMJIN]

CAPITULO 3

Finalmente tuve progreso en mi trabajo, aunque era lento poco a poco aprendí japonés y después Chino, muchas personas se cuestionaron la decisión del CEO por tener durante 5 meses a un secretario que no sabía siquiera hablar dos idiomas, que era lento y carecía de carácter.

Eso era verdad, el mundo de negocios da miedo una mala decisión, palabras indebidas e incluso un leve gesto puede arruinar todo y perder miles de millones.

Pero yo estaba seguro de que el CEO me mantuvo a su lado porque nunca me rendí con las tareas que dejaba para mí, finalmente con el pasó de los años me convertí en un excelente secretario, él y yo nos conocíamos perfectamente, una mirada suya y sabía lo que necesitaba, me aseguraba de que todos los papeles, contratos, cheques, pagos, etc estuvieran perfectamente, su horario de trabajo, las reuniones con el personal, los inversionistas finalmente al cabo de un año fui perfectamente capaz de realizar todo pero claro no faltaban los problemas.

Aparte de tener una relación laboral con el CEO, nunca ha habido nada más, sólo iba a buscarlo en las mañanas a su casa y lo ayudaba con su corbata, sonará tonto pero los primeros meses quería pensar que al menos eso podía hacer, por lo que se volvió una rutina de todos los días.

Sí dejamos de hablar del trabajo que tenía que hacer, eso era lo menos importante cuando llegaba mi celo que es cada dos meses, ese era el verdadero problema ¿Que excusa diría para que no me descubrieran? En la empresa yo soy un Beta, no puedo tomar licencia por celo y tampoco podía abusar de las incapacidades, por lo que tuve que hacer 3 cosas.

1. Instalé una aplicación que me avisaba días antes de que llegara mi celo para estar preparado.

2. Tomar supresores dos días antes de mi celo y tomarlo cada 6 horas durante mi celo.

3. Mentirle a mi CEO y si preguntaba decirle que el celo de alguna de mis hermanas había llegado, ésto por sí sentía el olor en mí, para mí mala suerte él siempre se daba cuenta pero como yo me mostraba ante sus ojos perfectamente nunca sospechó nada.

Ocultar mi celo y a mi omega era lo más difícil, mi doctor dijo que llegaría el día en que los supresores no me harian efecto, que eso podría evitar que tuviera cachorros en un futuro, que mis hormonas se podrían descontrolar, que podía subir o bajar de peso, que podría afectar mi estado emocional y etc. Mentiría sí dijera que todo eso no me asustaba pero no había pasado nada de lo que dijo durante 8 años y los cachorros no era algo que quisiera en mi vida.

Pero había algo que me ponía realmente mal que me llevaba al baño de un empresa a llorar, era el hecho de que tenía que ocultar a mi omega, me deprimo mucho cuando voy por la calle y veo a todos esos hermosos omegas, con sus lindos accesorios, sus maquillajes, ésas lindas prendas, sus uñas arregladas, desprendiendo su lindo aroma y más cuando eran mirados por mi CEO, lo que me hacía odiarlo por poner esa ridícula regla de que no trabajaba con omegas, nunca lo entiendi y jamás lo haré.

Sé que no debería quejarme, gracias a éste trabajo es que mis hermanas crecieron bien, Jisso finalmente se graduó de la universidad y Jennie empezaba el último semestre, yo no pude estudiar pero mis hermanas sí lo que me hace sentir muy orgulloso.

Ahora que finalmente he cumplido con mis hermanas estoy pensando en sí hay alguna razón por la que debería seguir trabajando en está empresa, estoy agradecido pero en todos estos años no he hecho nada por mí, tal vez necesito un descanso.

ACTUALMENTE.

N: Seokjin por favor asegúrese de qué el equipo de desarrollo esté listo para la reunión de mañana, también necesito que llames al vicepresidente de Macro para agendar una reunión.

- Está bien... ¿Algo más? -Seokjin había anotado todo en su tableta -

N: Sí... ¿Recuerdas a la señorita Minatozaki? Esta de cumpleaños la próxima semana por favor encargate de darle un regalo lo suficientemente costoso.

A Seokjin no le agradaba la señorita Minatozaki, ella era una omega muy hermosa en todo el sentido de la palabra, siempre lo trato bien pero la omega ante sus ojos era muy falsa o tal vez le daban celos por el trato que recibía del CEO, él era amable con ella, abría la puerta del carro para ella, tomaba su mano cuando las escaleras estaban altas, siempre le decía lo linda que se veía en cada ocasión, cuando hacía frío le daba su saco, cuando ella lo necesitaba, el alfa estaba ahí para ella y es que Jin quería ese trato.

- Sobre eso, llegó una invitación a su cumpleaños ayer en la noche, puede llevar a un invitado, arreglaré su agenda para que pueda ir.

N: Me parece bien y por favor no olvides el regalo.

"Sí es tan importante, cómprelo usted"

- Me aseguraré de eso presidente, le traeré su papeleo para que se ponga al día.

Con eso finalmente salió de la gran oficina levemente alterado y en desquite llenó la oficina de su jefe con papeleo.

N: ¿Qué es todo esto secretario Kim? No sabía que tenía tanto papeleo atrasado.

- También está el papeleo de la próxima semana, ya que ira a el cumpleaños de la señorita  Minatozaki mejor es estar al día para no tener preocupaciones después.

Hizo una reverencia y volvió a salir del la oficina haciéndose cargo de las tareas que extrañamente tomaron mucho tiempo.

La jornada de trabajo había finalizado por lo que entró a la oficina del CEO encontrándolo en camiseta y corbata, como siempre.

''Deberias tener cuidado, sí llegás a desarrollar un sentimiento romántico hacía ese alfa será difícil para tí''

Esas eran las palabras de su amiga más cercana quién estaba segura de que él tenía sentimientos hacia el CEO.

- CEO Kim... Ya terminé con mi trabajo, nos vemos mañana.

N: ¿Ya es tan tarde? - miró su reloj verificando la hora - espérame, te llevaré a casa.

- Está bien, lo esperaré afuera.

Y la verdad es que Seokjin, sí tenía sentimientos hacia su jefe que no debía tener, era un omega y él un alfa naturalmente se sentía atraído por él, no sabe desde que momento pero supo que lo quería por la vez en que lo vio besar a la señorita Minatozaki, su corazón dolió aunque había sido solo un pequeño roce y sucedió hace 1 mes.

Decidió que no diría nada, no tenía derecho y que aprovecharía todas las oportunidades de estar a solas fuera del trabajo. Agradecía que sus sentimientos no fueran tan fuertes, eso lo hacía más fácil, pensaba que se sentía así porque era el alfa que tenía cerca y que le había tomado cariño que poco a poco se convertirá en un cariño de amistad.