Andrea es una chica de 19 años que tras el inicio de la época de exámenes finales solo se ha dedicado a estudiar, sentada en su escritorio habían veces (casi siempre) que quitaba su estrés comiendo demasiado, esto claramente llegaría a mostrar resul...
Andrea es una chica de 17 años, siempre se ha destacado por sus buenas calificaciones en el instituto y también por su buena figura, ella es el crush de muchos chicos y chicas en su lugar de estudio, por lo que siempre trataba de mantenerse alegre para la gente.
49 kilos
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Por otro lado, también estaba su mejor amiga Laura, la cual era igual de buena y pesaba 67 kilos, tenía un poco de barriga, pero no era tan notoria.
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Ese día en el colegio, les dieron los temarios para los exámenes finales, estos contenían la materia que habían visto durante todo el año, por lo que hizo que bastantes estudiantes y ella incluida se pusieran nerviosos.
—Laura, ¿te parece si estudiamos juntas? Puedes venir a mi casa cuando gustes! -le dijo Andrea a su mejor amiga.-
—Ay Andre, sabes que si nos juntamos no vamos a estudiar, mejor estudiamos solas y nos reunimos a repasar solamente! -respondió Laura con una sonrisa.-
—Tienes razón amiga, ahí acordamos cuando nos reuniremos! -después de esta pequeña charla, ambas de fueron a sus hogares.-
Al ser los exámenes finales, el instituto les daba cuatro semanas libres de clases para que se centraran completamente en estudiar para ello, por lo que una vez Andrea llegó a su hogar se sentó en la silla frente a su escritorio y comenzó a hacer resúmenes de la materia.
Con su música favorita de fondo hasta podría decir que se sentía feliz mientras realizaba dichos resúmenes, por el momento estaba sola en su hogar y por ende la música estaba lo más alto posible.
Así se mantuvo hasta que llegaron sus padres y su hermana, con ellos traían la cena, la cual consistía de pollo frito de KFC y alguna que otra hamburguesa, en su familia la mayoría eran rellenos y muchas veces comían comida chatarra, excepto ella, que era delgada y solo comía comida de ese estilo una vez cada dos semanas.
Cuando la llamaron a cenar bajó y se sentó en la mesa junto a su familia, comió dos piezas de pollo y una hamburguesa, mientras tanto sus padres y su hermana gemela estaban devorando todo lo restante.
