Escrito por: GrisetRodriguez
Género: Romance +18
Cantidad de palabras: 3307━━━━━━ ❀ ━━━━━━
Fabiana Reyes se consideraba así misma como una mujer segura y sin lazos que entorpecen su camino, le gustaba la adrenalina y sentir su pulso alterado al ritmo de la sangre corriendo veloz por sus venas. No se veía atada a nadie ni sufriendo entre cuatro paredes por cabrón cavernícola, sabía que su fin sería verse entre las fauces lujuriosas de un hombre y se prometía día a día no caer en sus encantos ni en palabras vacías.El espíritu intrépido de Fabiana era tan intranquilo que no podía mantenerse quieta por mucho tiempo en un sitio así que la idea de conocer otros países la emocionaba. No permitiría que su sueño de caminar libre de pueblo en pueblo se viera opacado por nadie.
Debido a ese deseo aventurero de explorar tierras ajenas se hallaba ahora en un lugar totalmente desconocido para ella a excepción del idioma, el cuál habia estudiado mucho antes de embarcarse en su viaje por distintas naciones. Pues estando en Corea del Sur quería descubrir todo lo que pudiera y divertirse como si no hubiera un mañana.
En busca de lugares poco comunes y exóticos se dirigió a un antro-bar ubicado en una de las hermosas playas de Busan, le habrían nombrado Sybile y ese sólo nombre le pareció atractivo y digno de visitar. No tardó mucho en llegar al sitio y embriagarse con el aroma a agua salada y arena. La multitud de jóvenes se amotinaba en su entrada y el entusiasmo que iluminaba sus rostros le hizo saber que había acertado al elegirlo.
Al acercarse a la puerta principal miradas ardientes se centraron en ella y en su cuerpo cargado de curvas muy bien puestas en su sitio. Sintiéndose una diosa sensual al haber atrapado la atención de muchos contoneó sus caderas en un andar seguro hasta pararse frente al portero que impedía la entrada de menores o personas indeseables.
Pagó su pase bajo la atenta mirada de un asiático gigante, al menos debía medir 1:85, este iba vestido de negro por completo y su piel levemente bronceada le hizo mirarlo más de una vez. No pasó por alto como ese hombre sensual la devoraba entera y posaba sus orbes en sus pechos rellenos. Con un guiño coqueto, Fabiana dejo atrás a un hombre deseoso por ella.
La música electrónica atacó sus sentidos y sin perder el tiempo se dirigió a la pista de baile, abriéndose paso entre la aglomeración de personas que se retorcían y restregaban al ritmo de la canción. Meneó sus caderas al mismo compás del sonido y se dejo llevar por todas esas sensaciones que se adueñaban de su cuerpo.
Presa de la música siguió moviendo su anatomía, ahora acariciando sus curvas y moviendo la cabeza de un lado a otro, su cabello se ondulada veloz debido a los movimientos y cerró los ojos para sentir mas la libertad tocando su puerta. Amaba sentirse así de bien, y hasta ahora la experiencia le iba gustando demasiado.
Terminó la canción y el inicio de otra con un ritmo totalmente distinto la hizo esbozar una leve sonrisa, sonaba a todo volumen un tema muy conocido en todo el mundo; Despacito. El sabor latino que manaba por sus poros salía a flote con ese reguetón, no tardó en contonearse como sólo ella sabia hacerlo cuando bailaba al ritmo de Luis Fonsi y Daddy Yankee. Mas miradas furtivas y lujuriosas se centraron en su anatomía dándole rienda suelta a que bailara de la manera más sexy que sabía.
Una corriente eléctrica se extendió por todas sus extremidades y hazlo la mirada por instinto para encontrarse bajo el atento interés de unos orbes oscuros y mas negros que el ocre. Observar ese espécimen nunca visto de abundante cabello castaño, labios gruesos y besables junto una complexión digna de un luchador profesional la hizo delirar y cuestionarse si acaso estaba viendo una ilusión óptica o un jodido Dios griego-o coreano-había bajado a la tierra para atormentarla.
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One Shot's | Jin (Varios autores)
Fiksi PenggemarEste apartado es completamente dedicado a Jin, esta idea surgió de nuestro grupo relacionado con Wattpad, en esta sección se publicará cada que se hagan estas dinámicas. De antemano agradecemos a todas nuestras escritoras y lectoras, sin más que dec...