Capítulo 10.

4.4K 265 39
                                    


Ray las llevó a casa de Katia en su auto y Ciara llamó a sus padres para decirles que se quedaría a dormir; ellos no pusieron resistencia. Le prestó una toalla y un pijama para que se diera una ducha. Mientras la rubia se secaba el cabello y su amiga revisaba sus redes sociales, Mercedes les subió palomitas de maíz. Ambas agradecieron el gesto y empezaron a comer. La pizza dejó llenísima a Katia pero siempre encontraba espacio para meterle más comida a su estómago, no entendía cómo es que estaba tan delgada.

—Y bien, ¿me vas a decir qué pasó? —Preguntó una vez que estuvieron a solas, llevándose una roseta de maíz a la boca.

Ciara comenzó a respirar profundamente pero notó que sus ojos se pusieron acuosos y su nariz empezaba a enrojecer.

—Él... él terminó conmigo —dijo luego de unos segundos. Katia la vio con estupefacción, por lo poco que había visto y le contó, creía que Álvaro estaba enamorado de Ciara.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque según el director sospechaba de nuestra relación. —Fijó su vista en la pared—. Puras patrañas, me dio a entender que ya no me ama.

Sin decir más, empezó a llorar.

—Es un idiota. Él se lo pierde —murmuró.

Cambió de tema para tratar de animarla pero fue en balde, ella seguía afligida por el fracaso de su relación. En medio de su llanto, le contó que Álvaro era su primer amor y también que fue el primer hombre con el que tuvo relaciones.

—¡No es justo! —Le tendió un pañuelo para que sonara su nariz—. Me hizo creer que me amaba y ahora me desecha como basura —se quejó. Katia sabía que tenía que desahogarse, así que se limitaba a asentir con la cabeza—. Es un perro.

—Sí, ya hasta ladra en vez de hablar.

Los labios de Ciara se curvaron ligeramente hacia arriba.

—¡Katia, ya! Estoy hablando en serio.

—Yo también, en sus clases solo escucho guau, guau, guau —se defendió, cruzándose de brazos. Lo único que quería era hacerla sentir mejor y funcionó, pues rio un poco.

Ciara soltó un suspiro y se acostó en la cama. Katia imitó su acción, se colocó a su lado y la abrazó, pues volvió a soltarse en un llanto desconsolado. Mientras ella lloraba e hipaba, acarició su cabello para consolarla.


***


En las vacaciones de invierno Katia no hizo mucho. Se levantaba tarde, veía televisión, comía bastante comida chatarra y a veces salía con el grupo de amigos de Sebastián y Ray. Le gustaba ser incluida en sus salidas, sentía que por fin encajaba en un sitio. Con Ciara tuvo comunicación solo por redes sociales, pues no estaba en el país y el horario que manejaban era diferente, pero siempre aprovechaba para preguntarle por su bienestar. Una mañana en que curiosamente se levantó temprano, decidió mandarle un mensaje.

Yo: ¿Cómo estás, nena?

Ciara: Ahí voy :(

Suspiró con frustración, al parecer no olvidaría a Álvaro en un buen tiempo. Maldijo a su exprofesor en la mente y contestó.

Yo: Ánimo. Espero verte pronto.

Ciara: Yo igual, tengo que contarte algo importante.

Yo: ¿Qué?

Ciara: Cuando regrese te digo.

Su curiosidad era tal que estuvo esperando el regreso de Ciara con ansias, no sabía qué iba a decirle pero esperaba que fuera algo bueno.

Bromas del destino © |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora