El Dia En El Grupo.

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Así como pasaron cinco años, así también pasaron cosas buenas y malas, que me destrozaron y que me dejaron abajo, como también cosas que me
ayudaron a seguir adelante, y seguir ayudando.

Hace tres años murió mi Madre, murió por unos de los monstruos que cruzó la frontera que no dejaban llegar al bosque, la vi morir y yo me vi matar a ese monstruo, ese mismo año caí en una depresión, no me alimentaba, no salía de casa o más bien del bosque, mi Madrina siempre estuvo ahí, me llevaba a su casa y me cuidaba.

Ahora ya me recupere, acepte la muerte de mi madre. Acepte que nunca la olvidare. Acepte que ella ya no está ya conmigo. Y acepté que tenía que
seguir mi vida por que ella hubiera querido eso.

Ahora vivo con mi Madrina, el
bosque por este momento le doy vida yo, hasta que un Hada quiera tomar el
puesto, o hasta que yo decida quién quiero que sea el que le de vida y fuerza.

–Hola, buenos días Madrina–la saludó mientras bajo las escaleras–¿Quieres
que te ayude en algo?.

–no cariño–ella está sentada en la mesa del comedor poniendo tierra y agua
de Luna a las plantas– ¿desayunaras algo?.

–No Madrina–y hay me mira con una mirada acusadora– tranquila iré a
desayunar con Sierra al bosque del norte.

–estás muy linda hoy, ¿no habrá un chico por ahí? o chica, yo no te desearé por eso– se levanta con una sonrisa y se acerca a mi, me acomoda mi
cabello rojizo con ondas que deje suelto, y las tiras del vestido floreado largo–eres igual a tu madre cuando de joven.

–gracias Madrina por todo –y la abrazo, es de mi estatura, muy fortachona, y
escuchamos como tocan la puerta– me voy Madrina te veo al anochecer.

salgo de casa y veo a Sierra con un vestido con muchas flores largo, con su cabello castaño con ondas suelto,
con su cara de “sácame esto”, me acerco a ella con una sonrisa burlonas y la corona de flores se la saca y me la tira a la cara, me río y la agarró para ponermela yo.

–Sierra, princesa de las Hadas, que hermosa esta–le digo su descripción que tanto ella odia me rio y cuando estoy a la par de ella me pega en el brazo–auch, si dolio.

–Perdón, Descendencia de lo ancianos brujos, la próxima Bruja más
poderosa–y ahora le pego yo en el brazo mientras ella forma una sonrisa–auch, si dolió–me imita con una voz chillona–súbete al carruaje que tenemos que buscar a Kaira.

Me subo y vamos a buscar a Kaira, nosotras somos nuestro grupo de tres,
Kaira, Sierra, y yo, Kaira es la nieta del ex Alpha, de los lobos ahora su padre
es el Alpha siendo ella la princesa de los sacramentos de la roca y la Luna.

--señorita Sierra ya llegamos– bajamos y es una gran casa de madera negra,
con unas grandes ventanas que dejan ver dentro, tocamos la puerta y la abre
el Alpha– Hola Alpha.

–Hola princesa–le dice a Sierra– Hola princesa Delirian– me lo dice a mi, y
veo de reojo a Sierra como se está aguantando una sonrisa burlona; nos deja entrar mientras tanto Sierra le anda preguntando cosas al Alpha.

–¿En las guerras hay mujeres?

–Claro que si, Brujas para que curen a los heridos y nos den energía para no
sentir dolor, a las Hadas las que quieran ir a luchar le irá genial ya que sus agilidad hace que maten mas rapido y los Lobos son los que se convierten y ayudan a matar y trasladar los heridos.

–¿Las princesa pueden ir a la guerra?

–¡Claro!, solo con unos de los entrenamientos de cinco años y que
estén bien preparadas para que no mueran en el intento yo quiero que Kaira entre y vaya a la guerra pero no quiso.

La Bruja y El Rey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora