Octubre.

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Dulces e inocentes niños pidiendo caramelos en la noche de Halloween.

Ellos ríen y celebran porque un chico les ha dado una bolsa llena de dulces.

De un momento a otro sus risas se convierten en gritos de pánico.

¿La causa?

Un dedo con esmalte para uñas color cereza.

El dedo que pertenece a la chica que están buscando.

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