"46"

616 61 2
                                    

Narra Grecia Evans

Me quedé helada, viéndola, estaba llorando, apretó mis manos con algo de fuerza

—No...no es cierto —intente levantarme pero no me lo permitió —Es men...mentira Alicia. ¿Dónde está Fabián?, Quiero verlo...por favor

Mi voz se quebró al verla llorar más

—No es verdad. No es verdad —mire a todos lados —¡Es mentira! ¡FABIÁN! —me safe de su agarre —¡NO! ¡NO ES CIERTO! ¡NO ES CIERTO!

—Grecia...

—¡NO!!!! —me caí al suelo —¡FABIÁN! ¡FABIÁN!

—Grecia —Alicia se acercó a mí y me abrazó en el suelo

—Alicia... Alicia quiero verlo. Llévame con él, llévame con mi esposo... —la garganta me empezó a arder —Fabián...

Me safe de su agarre y grite, grite mucho, patalee y lloré como una niña pequeña

—¿Cómo fue? —dije recostada en una esquina de la habitación

—Fue un accidente Grecia...

Apoyé mi rostro en mis rodillas y seguí llorando... No podía ser cierto, mi marido no podía estar muerto, no no NO.

—¡¡FABIÁN!! —me levanté y salí de la maldita habitación corriendo

En el pasillo estaban todos. Busqué con la mirada a Fabián, no estaba entre todos los demás. Luca me tomo por los brazos

—Fabián —le dije y negó —Hermano dime qué es mentira... ¡Dime! ¡Mi marido no puede estar muerto! ¡Suéltame!

Me safe de su agarre

—Quiero verlo...

—Vamos a la habitación... —Mi papá intentó levantarme

—¡No! ¡No, hasta que me digan que no es cierto!... —Era tanto el dolor que me dolía el pecho. Puse una de mis manos sobre mi pecho y suspiré —mi esposo...¿dónde está? Quiero verlo

Me levanté y sentí mi cuerpo débil

—¡Grecia! —Alicia me tomó —¡Llamen al doctor! 

[...]

Desperté, estaba en una habitación que conocía muy bien, la de Fabián, estaba en la casa de Los Hoffmann

Me senté en la cama y aprecie la habitación con mi mirada. Mis ojos se volvieron a inundar

—Fabián —me levanté y noté que estaba descalza por el frío del suelo. Busqué mis zapatillas y me las puse 

Me acerqué a una mesita y ví una foto suya.

No podía explicar el gran amor que sentía por él. Primero pierdo a mi mamá, y ahora pierdo al amor de mi vida. Esto no pudo haber sido peor. Tomé la foto y la abracé. Me giré y ví mi bolso, lo tomé y saque el pañuelo

𝑃𝑜𝑟 𝑈𝑛𝑎 𝑉𝑖𝑑𝑎 𝑎 𝑡𝑢 𝐿𝑎𝑑𝑜

Ya eso no podía ser. ¿Cómo era posible?. Con la foto de mi marido en mano y el pañuelo secando mis lágrimas salí de la habitación. Antes de llegar a la sala oí voces

—¿Se comunicaron con Albert? —reconocí la voz, era el señor Josef

—¿Para qué hablar con ese hombre? —ese otro era Matthew

—Colton dijo que había ido en una camioneta, quizá se fue con él —escuche la cansada voz de Alicia

—Pero esa camioneta fue encontrada hecha pedazos —cubrí mi boca al oír las palabras de mi suegro —Hubieron testigos, Fabián iba en esa camioneta, yo fuí a la morgue…era nuestro hijo al que ví —apreté mi boca con fuerza para soltar sollozos

Una Vida a tu Lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora