(Entre montañas de libros viejos)
...y me redescubrí entre montañas de libros viejos.
Tengo novelas eróticas que me han arrebatado más orgasmos que cualquiera.
Confieso que se me hace inevitable inventarme aventuras con los personajes.
Les imagino recorrer mi cuerpo, poderme, entrar en mi juego orgístico sin limitaciones, sin tapujos, con pocos NO y sobrantes SÍ.
Cada párrafo hace que mi cuerpo se transforme en puntos y seguido;
pone en coma mi tiempo y abro paréntesis al disfrute de momentos sólo míos (con ellos, los que están en mayúsculas, minúsculas, cursivas).
Me he vuelto adicta a los orgasmos que provoca mi fértil imaginación.
Se me han vuelto vicio y por ahora, los prefiero, a fingir uno y salir corriendo, me corra o no.
Ya lo he dicho, me redescubrí entre libros con los mejores orgasmos que he tenido y no pienso sacrificarlo por ratos calientes.
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12 rarezas sobre mi cama.
PoezieSerie de poemas cortos sobre reflexiones de amor propio y añoranzas. Escritos a la primera y por impulso del teclado, justo antes de dormir.