II

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Un nuevo día se había hecho presente, el día en el que Kirishima hablaría con los padres de su amigo para pasar juntos las fiestas, estaba asustado, ni bien llegó a la puerta de la dirección que le dió su amigo empezó a escuchar los gritos provenientes de la casa, cosas cayendo, golpes a quien sabe dónde y cuando escucho el grito de una única persona decidió tocar el timbre tembloroso. Espero unos momento hasta escuchar la manija de la puerta girar y ver aquel trozo de madera que lo mantenía a salvo abrirse topándose con una mujer con aspecto bastante similar al de su amigo.

Mitsuki: Quien?!- Oh, disculpe, que desea?

Aquel grito tan molesto cambio a un tono de serenidad absoluta, Mitsuki Bakugou era una mujer que prefería mantener el conflicto dentro de la familia, o eso pretendía.

Kirishima: Ve-vengo a hablar con usted y-y su esposo, puedo?
Mitsuki: Por supuesto, solo dame un segundo.

Cerro la puerta, luego de unos segundos apareció Masaru, el padre de Bakugo, un hombre con anteojos y peinado como el de su hijo, tenía el pelo castaño y se veía más calmado que su esposa, empezó una charla para distraer al pelirrojo del conflicto dentro su casa. Bakugou estaba siendo regañado nuevamente, le había contestado a su madre de una mala manera lo cual la molesto mucho, el joven Bakugou había heredado los problemas de irá de su madre, eso se reflejaba ante la poca paciencia que la mujer le tenía a su hijo. Bakugou, arañado y con moretones en el cuerpo, fue encerrado en su habitación, había recibido la amenaza de que no gritara o le pasaría algo peor.

La mujer de la casa bajo rápidamente para invitar a Kirishima a que pase, los señores Bakugou y Kirishima se sentaron en los sofás de la sala, el pelirrojo frente a ambos mayores que se sentaban lado a lado.

Kirishima: Bueno, un gusto conocerlos, soy amigo de Bakugou, mi nombre es Eijiro Kirishima.
Mitsuki: No teníamos idea de que Katsuki tuviera un amigo, que grata sorpresa.
Masaru: Si, Katsuki casi no nos cuenta de su vida fuera de esta casa.
Mitsuki: Claro, pero la privacidad es primero no?

El pelirrojo notaba claramente la hipocresía de los mayores pues recordaba las palabras del cenizo especificando un por qué diferente.

Kirishima: Si, el asunto es que venía para pedirles un favor muy grande.

Este se levantaría e inclinaría rápida y torpemente realizando una reverencia, tendría la mirada baja y con algo de duda les preguntaría.

Kirishima: Por favor les pido que su hijo pase la noche buena y navidad en mi casa!
Masaru: Descuida, no debes gritar, tu que dices Mitsuki?
Mitsuki: Por mi no hay problema, si quieres hasta una semana y año nuevo.
Masaru: Estás segura?-
Mitsuki: Si! Muy segura.

Esto último lo dijo entre dientes notandose su molestia ante la pregunta de su esposo, Kirishima les agradeció bastante. En el cuarto del cenizo se encontraba el mencionada escuchando los gritos de agradecimiento del pelirrojo, cosa que lo emociono sin que se diera cuenta, para que notase su presencia golpeó la puerta dos veces. Mitsuki al escuchar esto frunció el ceño y miro a las escaleras que dirigían al cuarto del rubio, pero en cuanto Kirishima se puso erguido nuevamente ella relajo su expresión a una de felicidad.

Kirishima: Escucharon eso?
Mitsuki: Que cosa?
Kirishima: Na-nada, será mejor que me vaya, mucho gusto en conocerles.

Los señores Bakugou no le pidieron que se quedase, pues bien Masaru sabía que su amada esposa iría a reclamarle el ruido a su hijo, cosa que así fué. Entro con brusquedad encontrando al menor en la misma posición que lo dejó.

Mitsuki: Mocoso, tu amigo del cual no conocíamos vino, pasarás las fiestas con él hasta después del año nuevo, oíste?
Bakugou: Si si...
Mitsuki: Más te vale pórtate bien, porque-
Bakugou: Ambos sabemos que de igual forma me sacarás de esta casa en esas fechas.

Wish I Were...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora