Wish I Were...

VIII

Los días pasaron con gran alegría para la pareja recién formada, aquella mañana de navidad Kirishima apareció en la puerta del cenizo con un gran ramo de flores para proponerle ser pareja, más que encantado por recibir la noticia el cenizo aceptó y así pasaron los días, solo ellos dos, después de tanto esfuerzo Bakugou al fin accedió a buscar ayuda profesional, claro con la condición de que Kirishima le acompañase. Sus amigos quedaron algo confundidos pero no por eso menos felices por la noticia. Por otro lado, Mina se alejo del grupo por unos días, aún así encontró el amor nuevamente en Sero quien procuraba mantenerla feliz con pequeños detalles para alegrar su día a día.

El día que terminaría el año fue nominado para una fecha igual de especial, Kirishima tenía planeado dar el primer beso a Bakugou a la media noche, un momento perfecto y hermoso para tal acto.

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Las diez, faltaba tan poco para que llegara el fin de tan terrible año, bueno, no tanto. Bakugou se puso un traje color vino con una camisa azul, llevaría una corbata negra y zapatos a juego, estaba emocionado por la invitación de Kirishima que consistía en pasar una velada a solas, juntos.

Al darle la noticia de su noviazgo a sus padres no fue tan terrible su reacción, Mitsuki fue la primera en saltar de alegría, su emoción era inexplicable, incluso Masaru se asustó por el comportamiento repentino de su esposa. Se acordó en que los padres de ambos jóvenes pasarían la media noche en casa del cenizo mientras los dos novios pasaban la velada en la casa del pelirrojo, así tendrían privacidad.

Al llegar a casa de Kirishima fue bienvenido por el mencionado con un traje negro, camisa negra y corbata roja, el pelirrojo llevaba su pelo caído que se recogía en una media coleta.

Kirishima: Me da gusto que estés aquí Blasty.
Bakugou: Gracias por invitarme Eiji.

Los apodos se volvieron algo más que solo amistosos, se habían vuelto de pareja. Todo estaba listo y Kirishima no perdería la oportunidad, puso una música lenta, perfecta para un baile corto que les daría tiempo para el esperado momento a media noche.

El pelirrojo extendió la mano al cenizo quien la tomo sin dudar, sus cuerpos se juntaron en un rápido pero gentil movimiento, Kirishima colocó la mano libre en la cintura del cenizo mientras que Bakugou colocaba su mano en el hombro del contrario, los movimientos inexpertos de ambos fueron acoplándose a la música, ambos miraban los ojos carmín de su compañero, Bakugou procuró detallar cada milímetro del iris colorido de Kirishima y el mencionado detallaba el contorno de los finos ojos del cenizo.

Las horas pasaron y sin cansancio no dejaban de bailar la música que cambiaba a cada instante, daban vueltas lentas y rápidas en su mismo eje mientras recorrían la sala, pasaron a ir por toda la casa, en un mento Kirishima hizo dar vueltas a Bakugou para luego acogerlo entre sus brazos por la espalda, llegaron hasta la habitación del pelirrojo. Kirishima miro el reloj que marcaba el momento exacto para su tan anhelado contacto.

Kirishima abrió las ventanas dejando pasar el fresco aire, ambos se quedaron en el marco de la gran ventana que ocupaba una pared de la habitación. Sin vacilar, Kirishima tomó la cintura de su pareja acercándolo a su rostro, en la sala se escuchó la canción Heather de Canon Gray, la cara del cenizo paso a una de disgusto.

Bakugou: Odio esa canción.
Kirishima: Por qué?, Tiene una letra y ritmo precioso.
Bakugou: No lo se, me recuerda mucho a lo que sentí, fue horrible, es horrible.
Kirishima: Bakugou, mi Blasty, no tienes que ser nadie para estar conmigo ahora, tu y yo estaremos juntos por siempre, incluso más allá de este mundo, más allá de marte, el tiempo ni la distancia nos va a separar.
Bakugou: Eres tan cursi cuando te lo propones Eiji, pero también cumpliré esa promesa, porque te amo más que a nadie en este mundo y en cualquier otro.